Beñat ZARRABEITIA Periodista
Una mirada diferente al Mundial | Vascos que dejaron huella

La chilena, el remate más vasco

El deustuarra Ramón Unzaga Asla jugó en el Club Estrella del Mar, con cuyos colores remató por primera vez de espaldas y sosteniéndose en el aire en enero de 1914.

Uno de los remates más espectaculares y acrobáticos que se pueden realizar en el fútbol es la chilena, acción que cuenta con el deustuarra Ramón Unzaga Asla como precursor. Lo hizo en Chile, a miles de kilómetros de su país de origen y donde es un auténtico mito.

Con motivo del centenario de su primer remate de chilena, el pasado 25 de mayo se inauguró un monumento en su honor frente al Estadio El Morro de Talcahuano, terreno de juego en el que ejecutó la acrobacia. La obra de la artista María Angélica Echavarri tiene tres metros de diámetro y está completada con 600 kilos de bronce y cobre.

Nacido en Bilbo, vivió sus primeros años de vida en Deustua, hasta que 1906 se vio obligado a trasladarse a Chile junto a su familia. Tras la larga travesía, se asentaron en Talcahuano y como Unzaga contaba con 12 años, pronto se incorporó a la escuela de los Escolapios. Concluida su formación académica, pasó a trabajar como contable en unas minas de carbón de la localidad de Lota. Sin embargo, su gran pasión era el deporte, ya que además del fútbol practicó el atletismo, la natación, el lanzamiento de jabalina, los saltos de trampolín o el waterpolo. En total, obtuvo nada menos que 85 medallas en diferentes modalidades.

La notoriedad la adquirió gracias al fútbol. Lo hizo jugando en el Club Estrella del Mar -más conocido como «Escuela Chorera»- con cuyos colores remató por primera vez de espaldas y sosteniéndose en el aire. Era enero de 1914 y acababa de nacer el remate de «Chorera», en honor al conjunto en el que militaba. No obstante, la definición definitiva no llegó hasta dos años más tarde. Debido a la celebración del Campeonato Sudamericano, Unzaga Asla fue convocado por la selección chilena. Allí, asombró a los periodistas de otros países. La maravillada prensa uruguaya bautizó su acción como la «Trizaga», queriéndole otorgar un valor triple a la dificultad del remate, que llegó a ser ejecutado por el deustuarra en varias ocasiones durante un mismo partido. Por su parte, los argentinos optaron por «la chilena», denominación que ha pasado a formar parte de la jerga futbolera.

Desde Perú, en cambio, en numerosas ocasiones se ha indicado que el remate se realizó por primera vez en su país denominándolo «Chalaca». Frente a ello, el historiador chileno Eduardo Bustos Alister ha aportado datos que certifican que el vasco Unzaga Asla fue el precursor de la acrobacia. Sea como fuere, lo cierto es que el futbolista deustuarra llamó poderosamente la atención de varios clubes extranjeros, aunque siguió siempre vinculado al Estrella del Mar de Talcahuano y fue un habitual de «La Roja» de Chile, llegando incluso a ser capitán de la misma.

Otro de sus aspectos destacados, al margen de los remates de espaldas y los saltos a horcajadas sobre los rivales, era su fuerte temperamento. Según recordó su nieto Ramón Unzaga Muñoz -hijo de Ramón Unzaga Zapata, que llegó a jugar como portero en clubes profesionales como Wanderers o Naval- al diario chileno «La Tercera», «era muy vasco, tenía muy mal genio». Prueba de ello, es que en una ocasión abandonó el terreno de juego para regresar después con una pistola y pitar el final con dos tiros al aire o cómo en 1918 acabó a tortas con un árbitro de apellido Beitia tras haberle expulsado por la anulación de dos de sus acrobacias.

Tras la disputa del Sudamericado de 1920, Unzaga Asla no volvió a vestir más la elástica de la selección. El destino le guardaba algo aún peor, ya que falleció el 31 de agosto de 1923 a causa de un infarto. Su legado quedó extendido para siempre cuando durante la gira del Colo Colo por el Estado español y Portugal en 1927 -llegaron a disputar más de 40 choques- el jugador David Arellano ejecutó varios remates de chilena. La acción había saltado el charco y adquirido enorme popularidad. A partir de entonces contaría con numerosos imitadores como Hugo Sánchez, Leonidas, Rivaldo, Ibrahimovic, Ronaldinho, Francescoli, Falcao, Palermo, Cristiano Ronaldo, Isma Urzaiz o Carlos Vela.

Sin embargo, uno de los insignes fue Pelé. Durante la década de los sesenta, O Rei visitó Chile con el Santos para disputar un amistoso contra el Deportes Naval de Talcahuano y practicó la acrobacia. Una ejecución que no debió convencer lo suficiente al prestigioso periodista Francisco Wilson Ugarte que no dudó en señalar que «Unzaga fue mejor que Pelé». Y es que a juicio del anteriormente mencionado Bustos Alister, el vasco fue el creador de «un verso para el fútbol con bautizo universal».