Postales labortanas desde Montevideo
Con más de 30 años de experiencia en la Federación Francesa de Fútbol, el lapurtarra Peio Sarratia es una voz autorizada para hablar sobre la selección francesa y el panorama futbolístico de Ipar Euskal Herria.

Poco tienen que ver la tranquilidad de Uztaritze con el bullicio de Montevideo. Al cruzar el charco, Peio Sarratia ha cumplido el sueño de su padre. Sin embargo, lo hace por un motivo bien distinto, ya que mientras su progenitor ansiaba ser pastor en EEUU, ha sido el amor lo que ha llevado al preparador labortano a recalar en Uruguay.
Con más de 30 años de experiencia en la Federación Francesa de Fútbol (FFF), conoció a diferentes generaciones de futbolistas y fue el primer técnico de Didier Deschamps en las selecciones inferiores. Ejerció como enlace del equipo francés durante el Mundial de 1982 y también acompañó al combinado hispano en la cita de 1998. Una voz autorizada que atiende gustosamente a GARA en vísperas de la copa del mundo.
La raíz de su marcha a Uruguay se plantó hace seis años. Según relata, «en 2008 la FFF me pidió que recibiese a la selección uruguaya en París. Eduardo Velza -el gerente deportivo de la federación uruguaya (AUF)- se entrevistó con Gerard Houllier, su homólogo en la FFF, para poner en marcha un intercambio. Houllier me mandó aquí para trabajar durante dos años y así en 2010 conocí a mi esposa Alba. Por ello, al jubilarme en 2012 pensé que era el momento de cambiar de vida y me vine a vivir a Uruguay. Nunca pensaba que dejaría Euskal Herria, en mi trabajo hice todo lo posible por quedarme, me negaba a ir a París pese a los puestos que me ofrecían, pero la vida es así».
Cursos, charlas y jornadas de tecnificación forman parte de su agenda laboral en un país apasionado por el fútbol: «Son tres millones de locos por este juego. Es increíble que tengan ese palmarés o que salgan los futbolistas de un nivel altísimo. Cuando llegas piensas que tienen un sistema de funcionamiento parecido a los de la FFF o la RFEF. Y no es así, ya que la AUF únicamente gestiona las Ligas profesionales».
En opinión del labortano «aquí existe una filosofía única: la de ganar. Cuando voy a los cursos de entrenadores, tengo que pedir calma, todos los entrenamientos son así en cualquier edad y categoría. La intensidad es enorme, el uruguayo tiene una gran personalidad».
Algo que choca con la forma de trabajar a la que había estado acostumbrado. «Yo vine con otro concepto, pero no puedo cambiar a tres millones de personas. Aquí sabes que desde el mini fútbol únicamente el 0'96% va a ser profesional y de esos que alcanzan la élite solo un 1% juega en Europa. De los 7.000 que empiezan, más de 3.000 lo dejan. Algunos chicos no juegan porque importa demasiado el resultado. Yo les explico que ellos cada domingo juegan una final del Mundial. Hay más presión en los chiquitos que en los partidos de La Celeste».
Admite que con el inicio del Mundial, le va a faltar tiempo para poder realizar todas sus actividades y seguir todos los partidos. Cuestionado sobre las opciones de les bleus en Brasil, recuerda el escándalo de hace cuatro años en Sudáfrica. «Ha salido un libro del que fue jefe de prensa -François Manardo- de la selección entre 2008 y 2010 y lo explica todo. Domenech no tenía que haber seguido y el presidente era muy débil. Por ejemplo, Villar fue jugador profesional mientras que en la FFF los presidentes casi iban a pedir autógrafos a los futbolistas. Salían del fútbol aficionado, ahora ha cambiado y tenemos a Noel La Graet, antiguo presidente de la Liga y del Guingamp y que fue alcalde a la ciudad».
Otro de los problemas radica en la mentalidad de los jugadores, para Sarratia: «Hemos sufrido bastante, hable con Guy Stephan -segundo de Deschamps-, que anteriormente fue ayudante de Lemerre en la selección antes de irse en 2002 con Didier al Mónaco, me decía que en 10 años los futbolistas habían cambiado totalmente de mentalidad». Echa la vista atrás y rememora cómo «antes del Mundial de 1998 Javier Zubillaga me invitó a cenar y me dijo que Francia sería campeona. Apuntaba que todos eran titulares en grandes clubes extranjeros. Hablé del tema con Deschamps y me contaba que en cada entrenamiento en la Juve los jugadores le decían que había ido a Italia a robarles el pan. Eres fuerte o te escapas. Esa mentalidad se está perdiendo. Lizarazu podía haber sido capitán en 1998, era un líder, había muchos referentes. Ahora, el único líder es el entrenador».
Uno de los jugadores citados por les bleus es Antoine Griezmann, un talento sobre el que manifiesta sus dudas: «Si tuviese el carácter de Markel Bergara o Mikel... creo que es un jugador que puede rendir en un grupo que está bien, pero no sé si puede funcionar en un equipo que tiene problemas. Entre los nuevos talentos salvo a Pogba, que tiene un potencial parecido a Vieira, no veo a ninguno que pueda ser titular». A Laporte lo ve como un puntal para la Euro de 2016.
Así las cosas, considera que «Francia tiene una formación muy buena, salen grandes jugadores pero hay que hacer un equipo, Fuimos a Corea con los tres máximos goleadores de Europa y no metíamos ni un gol. España siempre tenía grandes jugadores, yo fui su enlace en 1998 y traduje un telegrama de Jacquet a Clemente donde le decía que lo sentía mucho por él pero que estaba muy feliz de no cruzarse con España en octavos». Destaca la evolución de La Roja: «Es un proceso que puso en marcha Iñaki Sáez, un funcionamiento de club. Me lo explicó el propio Iñaki y en 2007 los futbolistas visitaron a Aragonés para decirle que querían jugar como con las categorías inferiores. Le metieron un gol a Suecia con 41 pases y todo cambió. Tienen un talento increíble pero no sé si les faltará la fuerza mental de jugadores como Puyol».
Cuestionado sobre el fútbol en Ipar Euskal Herria, subraya que «Ruffier está de tercer portero en la selección, Martins Pereira acaba de ser campeón de Copa y nació en Tarnos, Kevin Rodrigues del Toulose y ha sido internacional sub 17 o en el Girondins está Ugo Gostisbehere que es de Biarritz. Hay chicos en Zubieta, salen uno o dos porque el norte de Euskal Herria es muy pequeño y no hay tantos jugadores profesionales de rugby tampoco».
Respecto a los clubes del sur, «Real, Athletic u Osasuna trabajan muy bien la cantera. El nivel que han conseguido este año el Athletic o la Real con un juego muy atractivo es muy importante. Los txuri-urdin han tenido una temporada muy larga y el Athletic ha sido cuarto tuteando a los mejores. Están el Barça, el Madrid, el Atlético, el Sevilla o el Villarreal y ser cuarto es de chapeau. El fútbol ha cambiado muchísimo desde los setenta, solo había dos extranjeros, salvo la trampa de los oriundos, pero desde la Ley Bosman cambió todo. La gente no se da cuenta que los títulos de Liga de la Real o el Athletic en los ochenta son casi imposibles de repetir».
Finalmente, otro punto de interés resulta su parecer sobre la llegada de Marcelo Bielsa al Olympique de Marsella. «No le veo como un entrenador que puede quedarse demasiado tiempo en club, exprime a los jugadores como limones. Es más sencillo que lleve una selección. Tuvo la suerte de estar en el Athletic donde los futbolistas están muy implicados con el club. Eso en otro sitio, si no hay resultados, explota. Recuerdo cuando Javi Clemente vino a verme antes de ir al Marsella, le dije que a sus hinchas les gusta que un técnico diga que quiere futbolitas que suden la camiseta. El tema es conocer si los jugadores franceses, que son muy señoritos, van a aceptar el sufrir. Si lo consigue será fantástico, de lo contrario el barco se va a hundir».

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