Gaindegia, el observatorio de Euskal Herria, cumple diez años
Euskal Herria es un sentimiento y, asimismo, un concepto cultural y político, pero también constituye una realidad socioeconómica que se puede cuantificar estadísticamente. Gaindegia nació hace diez años con el objetivo de «sacar la foto» a nuestro país, al país completo, superando las divisiones administrativas y mostrando su variada realidad a quienes se interesen por nuestra nación desde fuera... y a los vascos mismos.

La sede de Gaindegia se encuentra en Andoain, en Martin Ugalde Kultur Parkea. Media docena de personas trabajan en los ordenadores, cuyas pantallas muestran gráficos, tablas, listas, mapas... La de hoy es una jornada intensa en estas oficinas, pues al trabajo habitual se añade la grabación de un programa para Hamaika Telebista y también toca reunión de la dirección de Gaindegia.
Markel Arizmendi es el presidente de Gaindegia, y no oculta que la primera década de vida del observatorio ha sido dura, jalonada de obstáculos económicos e institucionales que solo la entrega y el entusiasmo del equipo han conseguido superar. «Una serie de agentes sociales y económicos vascos -explica- percibieron hace diez años la necesidad de dotarse de una radiografía lo más completa y veraz posible de nuestro país, dado que hasta entonces solo disponían de visiones parciales, y a menudo sesgadas, de la realidad de Euskal Herria. El empeño no era baladí, pero la necesidad apremiaba y se pusieron a la tarea, constituyéndose así Gaindegia».
«Acercar la realidad de Euskal Herria a las personas de distintos sectores, territorios y sensibilidades de este país, este es el objetivo fundamental de nuestro trabajo», señala Imanol Esnaola, coordinador de Gaindegia. «Estamos muy acostumbrados a que cada uno defina el país desde su ámbito más cercano, desde «su» realidad, sin tener en cuenta otras realidades más alejadas para él pero igualmente parte de Euskal Herria. Además, a menudo, Euskal Herria se aborda desde el punto de vista de los sentimientos, de la cultura o de la identidad, y Gaindegia pretende ir más allá, estudiar y mostrar nuestra realidad socioeconómica en los distintos territorios, su población, su tejido económico, su situación lingüística...», indica Esnaola.
Los responsables de Gaindegia no dudan en utilizar el término «desprogramación» para referirse a la labor de zapa de los Estados español y francés en relación a nuestra nación. Al no aceptarla como tal, desde los dos estados se ha dado, y se da, una labor sistemática de ocultación y negación de la realidad de Euskal Herria, lo que convierte en prioritaria la tarea contraria, esto es, estudiarla, analizarla y darla a conocer, de forma que los distintos agentes dispongan de esta herramienta fundamental a la hora de conocerse mutuamente y diseñar estrategias de futuro.
Objetivar y poner en cifras: el producto interior bruto, la afiliación a la Seguridad Social, el desempleo registrado... esa es la primera labor emprendida por Gaindegia, realizar una radiografía cuantitativa, con las dificultades que ello supone a causa de la división administrativa del país. Y es que, como indica Esnaola, datos y estadísticas existen en abundancia, pero son inconexos y en muchos casos casi imposibles de armonizar desde una perspectiva nacional vasca. Pero en ello se empeña este grupo de hombres y mujeres que está logrando, año tras año, unir las piezas de este complicado puzzle.
Valoración
Tras la cuantificación, llega la valoración. Gaindegia -entidad sin ánimo de lucro- no dispone de medios y no realiza, por tanto, un trabajo cualitativo propio a partir de los datos recogidos, pero sí busca a los especialistas que pueden realizar esa labor. También aquí tropieza con dificultades, pues no abundan los profesionales con conocimiento profundo del país, pero su esfuerzo ofrece resultados en muchas ocasiones y está en condiciones de ofrecer el «pack» completo -datos y valoración de los mismos- en muchas áreas. Y hasta ahí llega: entre instituto de estadística y think tank. En cuestiones de estructura administrativa, de estrategias políticas, de si independencia sí o independencia no, no entra. Eso sí, en Gaindegia tienen claro que sin cohesión territorial no hay país.
En su trabajo diario, Gaindegia comprueba una y otra vez que muchos agentes, especialmente los económicos, se centran en su ámbito administrativo más cercano y carecen de visión de país. A la hora de recabar los datos que necesita en las distintas administraciones, la problemática es parecida, si bien por otra parte cuenta con la colaboración de muchos agentes socioeconómicos que sí trabajan en todo el país.
Pero no basta con reunir datos y analizarlos. Hay que darlos a conocer. Aunque no renuncia al formato papel, la difusión digital es mucho más ventajosa para los fines que persigue el observatorio, sobre todo por la inmediatez: en muchos casos, en el espacio entre la recogida de datos y su traslación al papel, la información ya ha quedado desfasada. Internet resuelve este problema, si bien exige una dedicación no siempre posible, dada la limitación de medios de Gaindegia.
¿Y de cara al futuro inmediato? Tres son los objetivos perseguidos. En primer lugar, consolidar lo ya hecho en esta década. En segundo, ofrecer informes más elaborados y completos. Y en tercer lugar, dar un paso adelante en materia de difusión de estos datos e informes. Claro está, para todo ello hace falta financiación, y Gaindegia seguirá recabando ayuda económica a instituciones y empresas. La Diputación de Gipuzkoa, Eusko Jaurlaritza, Udalbiltza y varios ayuntamientos se cuentan, a día de hoy, entre los aportantes.

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