Maite SOROA
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

La ETA que viene

Antes de que a don Carlos María de Urquijo Valdivieso se le pongan los ojos como txiribitas y venga raudo a enchironar a esta servidora, hay que decir que la frase que encabeza la lupa de hoy es el titular de la última ocurrencia de Kiko Méndez-Monasterio, columnista de «La Gaceta» que cada día se supera. Y es que la columna tiene tela. Empieza diciendo que «lo único positivo que se puede decir sobre el parlamento actual es que el que lo sustituya dentro de un tiempo será todavía peor», para dar paso a un párrafo que merece ser guardado, porque se las trae. Lean, lean: «en la próxima legislatura los filoterroristas de Amaiur, Bildu -o como se llame entonces al ropaje que adquiera la bestia- se sentirán plagiados, y tendrán que subir a la tribuna directamente con el pasamontañas para tratar de mantener a su público, porque contemplan entre divertidos y perplejos como muchos grupos políticos han hecho corta y pega de los postulados etarras. En lo laicista radical ya casi les gana Rosa Díez, que sólo le queda decir a la tapada socialista que las monjas reparten caramelos envenenados a los niños; en el separatismo les aventajan hasta los catalanes democristianos, más veloces en el sprint de la traición; y en su deformación del pasado ni siquiera pueden competir con el Partido Popular, que al mantener la ley de Memoria Histórica de Zapatero otorga más legitimidad a Josu Ternera y a Bolinaga que a los derechos del Príncipe de Asturias». Qué más se puede decir...

Pero no se crean, por que el párrafo siguiente no le anda a la zaga: «La ETA que viene, en fin, estará representada por una sopa de letras nacionalistas y de izquierda, que dan por amortizado -por asesinado- al sistema y preparan el último asalto al poder. Sospecho que desde el búnker del régimen, con sede en el síndrome de Estocolmo, se empeñarán en mantener sus privilegios pactando con hachas y serpientes, avanzando hacia una monarquía confederal, convenciendo a Felipe VI de la necesidad de cimentar su trono en la culminación del proceso de paz, cediendo una vez más a los chantajistas del populismo y del odio». ¿Qué les parece? ¿Se merece o no se merece un premio? Y para concluir, una frase que es la risión: «sólo un insensato amor a España nos impide sentarnos tranquilamente a disfrutar del espectáculo». Estos fachas son la monda.