Oihane LARRETXEA
UDATE BETE

De equipaje, gastronomía y sol

Cada verano, millones de personas preparan la maleta para trotar unos días por el mundo. Euskal Herria ya está recibiendo la visita de los turistas y, a su vez, muchos de nosotros hemos puesto rumbo a otros destinos. ¿Qué es lo que buscamos y dónde? Y los extranjeros, ¿por qué nos eligen?

Un viaje comienza en el mismo instante en que la mente empieza a recrearse con el destino preferido. Mucho antes incluso de coger el tren o el avión, nuestra imaginación dibuja mares, montañas, vino, buenas conversaciones, descanso, aventura... Existen tantos motivos para viajar como personas y el plan varía dependiendo también de la compañía; es más, este es el elemento determinante de cualquier escapada. Reservar los billetes para el transporte y organizar el equipaje -todo un engorro, por cierto- son los preparativos mínimos. A partir de ahí, según lo mucho o nada previsora que sea la viajera, se atan más o menos cabos. No obstante, hay un paso previo sin el que todo lo demás no tiene sentido: elegir el destino.

Pueden ser muchas las razones que nos animan a decantarnos por uno u otro lugar, y otro tanto les ocurre a quienes llegan a nuestro país. La gastronomía podría ser el motivo principal por el que los extranjeros nos quieren conocer, mientras que la mayoría de nosotros viaja con una cosa en mente: el sol.

Vayamos por partes.

Con unos datos que crecen año tras año, en cuanto a número de visitantes se refiere, desde el Ayuntamiento de Donostia nos dicen que cada vez es más habitual toparse con viajeros a los que esta ciudad no les resulta desconocida. El concejal delegado de Deportes y Desarrollo Económico, Josu Ruiz, destaca que esa es la mejor promoción y la más efectiva: la que hace en su lugar de origen la persona que opta por repetir destino. No obstante, el reto es ampliar la oferta turística durante el resto del año, eso sí, siguiendo los principios de sostenibilidad que se ha marcado el equipo de gobierno local. Ahí reside también el por qué de no impulsar la edificación de más hoteles. «Una cosa es crecer, pero no podemos perder de vista nuestro modelo, un modelo que no coincide con las masificaciones que se ven en otros lugares. Por lo tanto, crecer sí, pero dentro de unos parámetros», puntualiza Ruiz. Y cita el camping que próximamente se abrirá en Ibaeta y el Albergue Uba, que se inauguró el año pasado.

Por otra parte, pone el acento en la importancia de trabajar con la Diputación de Gipuzkoa para fomentar el turismo a nivel territorial y prolongar las pernoctaciones, que a día de hoy rondan una media de dos noches. Y más allá de la riqueza gastronómica -considera que la cocina vasca está «muy bien situada en el mapa mundial»-, apuesta por promocionar otros destinos de la oferta cultural: Tolosa, el Flysch de Zumaia, Getaria, Goierri y sus localidades, Ipar Euskal Herria... Esas son algunas de las propuestas que lanza Ruiz, no solo para extranjeros, sino también para «los de casa», porque cree que debemos conocer más en profundidad nuestro entorno más cercano.

En la recién renovada oficina de turismo, donde se ofertan todo tipo de actividades y planes con perspectiva territorial, topamos con el matrimonio compuesto por Walter y Ursula, que salieron de Alemania el pasado 15 de abril. Están completando el Camino de Santiago; descansarán dos días en la capital guipuzcoana, donde buscan disfrutar de su gastronomía y su paisaje. Antes han pasado por Biarritz y Hondarribia, entre otras localidades, que califican como «pequeñas joyas».

Otra pareja, en este caso de Suiza, viaja con la intención de peregrinar por los Pirineos. Lo han organizado así porque les gusta practicar senderismo. Las actividades deportivas son otro de los motivos por los que un sector de turistas elige nuestro país, que, por ejemplo, dispone de un amplio recorrido donde poder practicar surf. Las olas de Zarautz, Biarritz y Mundaka son seleccionadas especialmente por los amantes de esta modalidad. Es el caso del chileno Claudio, afincado en Australia y que viaja por Europa con Lorena, su pareja.

Iruñea, donde ya se dan los últimos retoques de cara a sanfermines, también mueve a muchas personas de otros países, sobre todo australianos, según apuntan desde esta oficina. Bien antes o después de correrse una buena juerga, los aussies aprovechan para conocer algo más de Euskal Herria y en pocos días se desplazan por las distintas capitales. Buscan, principalmente, buena gastronomía y cultura. Bilbo y su Guggenheim son una combinación perfecta para ello.

Por lugares de origen, abundan los visitantes franceses, alemanes, ingleses y australianos, y este año se espera un aumento considerable de japoneses en la capital guipuzcoana. La tendencia de los últimos años invita a pensar así: en 2011 llegaron 3.000 visitantes desde la tierra del Sol Naciente; el año pasado, casi 7.000. Explican desde la oficina de Turismo que, además de la gastronomía, estiman la seguridad de la ciudad y el poder ir caminando a todas partes. Como novedad, la agencia Miki Travel habilitará una oficina en la Bretxa durante julio y setiembre para atender específicamente a quienes lleguen desde Japón.

En todo hay tendencias y modas, y viajar no iba a ser una excepción. Cuba, Túnez, Argentina o Egipto han sido hasta no hace tanto tiempo los destinos predilectos, a nivel internacional, de vascas y vascos, pero muchos factores alteran las preferencias y, hoy día, ese lugar lo ocupan Turquía, Holanda, Bélgica, Madeira y la Riviera Maya -«más barato que nunca»-, como indican desde Viajes Eroski. Más cerca, Lanzarote, Tenerife y Benidorm se repiten año tras año. Una ojeada basta para comprobar que la gran mayoría son destinos con garantía de sol. Es lo que nos mueve a la hora de viajar.

«Principalmente, se busca el buen tiempo -explica Aitor Campos desde esa agencia de viajes-. Y entre los destinos que cumplen este requisito, nos decantamos por zonas con una buena gastronomía. También la naturaleza es muy apreciada, con destinos como Noruega y Canadá».

Según los datos que maneja Eroski Bidaiak, estamos viajando un poco más este año, en torno a un 5% más que el anterior.

Los datos evidencian que las personas siguen viajando a pesar del impacto que está teniendo la crisis económica sobre el presupuesto doméstico. No es que se haya dejado de conocer mundo, sino que se ha transformado la manera de hacerlo. En lo que respecta a las vacaciones estivales, que estas se mantienen «más o menos estables», con una estancia media de diez días. Han sido los puentes festivos los que se han visto más afectados, por lo que han dejado de ser fechas tan señaladas para hacer las maletas. La gente mira más el bolsillo a la hora de preparar estas pequeñas escapadas, en las que los precios se disparan.

En cambio, lo que sí han observado ha sido un repunte en los viajes en Semana Santa, ya que han viajado un 38% más que el año anterior. Creen que, en parte, ha podido ser porque ha llegado más tarde en el calendario y ha hecho buen tiempo.

El viajero vasco, que está más cerca del turista tradicional que del aventurero, también ha cambiado sus hábitos a la hora de reservar el viaje y cohabitan los dos extremos: quienes reservan con sesenta días de antelación y quienes lo preparan apenas un par de semanas antes.

En Viajes Eroski este año también han detectado que se está dando un cambio en la tendencia de contratar los servicios sueltos (vuelo más avión) y se está volviendo a los paquetes, ya que han bajado las tarifas de estos últimos. Mientras los precios en hoteles y otros alojamientos aumentaron un 9,3% entre enero y mayo respecto a 2013, los paquetes son un 4% más económicos.

Si un viaje comienza mucho antes de ponerse en camino, tampoco termina al o abrir de nuevo la puerta de casa y ponerse a deshacer las maletas. Ver las fotos, tantas veces como se desee, es una manera de regresar a aquella maravillosa escapada junto al mar. La imaginación, desde luego, es el mejor de los billetes para transportarse...