Ha tenido que pasar un cuarto de siglo para que el motociclismo vasco vuelva a subirse a lo más alto del cajón. Efrén Vázquez recogió ayer en Indianápolis el testigo que en 1989 dejó Herri Torrontegi, cuando venció en dos carreras de la entonces categoría de 80 centímetros cúbicos. Para el de Errekalde, fue el mejor regalo de bodas -se casó el pasado fin de semana con la también piloto de coches Ángela Vilariño- y la confirmación de su progresión esta campaña.

El vizcaino ya había sido segundo en Jerez, además de tercero en Losail, Austin y Montmeló, pero a sus 28 años -se ha ampliado el límite de edad en Moto3- todavía no había experimentado la sensación de escalar a lo más alto del podio. Tuvo su oportunidad de hacerlo en el circuito norteamericano y no desaprovechó la ocasión.

Sabedor de la mayor punta de velocidad de su máquina -voló a 245,4 km/h en la tanda de entrenamientos-, explotó esa circunstancia en el momento oportuno: los últimos metros antes del banderazo final. Fue ahí donde el piloto bilbaino superó al italiano Romano Fenati, adelantándole por el interior, pese a los intentos del transalpino por dejar descolgado al vasco, que se mantuvo pegado a su rebufo para vencer posteriormente con apenas 65 milésimas de segundo de diferencia.

Vázquez protagonizó una carrera muy seria desde el principio, siempre en el grupo de cabeza, donde el provisional líder, el australiano Jack Miller, ejerció como tal. No obstante, sus tirones nunca llegaron a ser lo suficientemente decisivos como para dejar descolgados a sus rivales, de ahí que fuese Fenati quien tomase la iniciativa en el último giro, siendo sobrepasado en la parte final por Vázquez.

Marc Márquez y sus récords

Marc Márquez sigue imponiendo su tiranía deportiva y acumulando, uno tras otro, récords que ya le sitúan en ciernes de ser uno de los mejores pilotos de la historia del motociclismo. En Indianápolis obtuvo su décima victoria consecutiva, algo que no sucedía desde 1997, cuando el australiano Mick Doohan hizo lo propio.

Una vez más, el piloto catalán no salió bien pese a ostentar la pole position. El trío italiano formado por Dovizioso, Iannone y Rossi comandaron un inicio en el que el joven talento de Cervera fue recuperando posiciones a base de tranquilidad y eficacia. Llegó a tomar la cabeza, fruto de la pelea particular entre Dovizioso y Rossi, pero este último se rehizo y recuperó la posición de privilegio. Fue en el undécimo giro cuando Márquez volvió a doblegarle, algo que también intentó Jorge Lorenzo. La lucha entre compañeros de escudería benefició al ganador.

Kallio recorta distancias

Mika Kallio sumó su tercera victoria de la temporada en Moto2, lo que le permite recortar diferencias -se coloca a siete puntos- sobre Tito Rabat, que finalizó cuarto. El piloto finlandés fue dueño y señor de una accidentada prueba -en la cuarta vuelta se produjo un incidente entre cuatro pilotos que obligó a parar la carrera para que entrasen las asistencias médicas-, en la que dominó de principio a fin, imponiendo un frenético ritmo en las primeras vueltas.

A partir de su ecuador, el escandinavo ya no bajó su renta del segundo, lo que le permitió manejarse sin mayores apuros, mientras por detrás, Viñales, Aegerter y Rabat peleaban por entrar en el cajón, lo que finalmente acabaron consiguiendo los dos primeros.