Iratxe Fresneda
Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
62 EDICIÓN DE ZINEMALDIA

Tan lejos, tan cerca: Escandinavia

La producción audiovisual escandinava, además de nutrir de ideas interesantes el mercado europeo y sus sectores creativos, es de las pocas que mediante sus películas y series de televisión consigue relatar con absoluta normalidad, incluso un humor «sordo», temas de gran calado. El oscarizado Bille August («Pelle el conquistador») con unos recursos mínimos trata con delicadeza, sobriedad y naturalidad la eutanasia en «Silent Heart». Con un reparto actoral de un nivel extraordinario, entre ellos Paprika Steen y la fantástica Ghita Norby, la gran dama danesa de la escena teatral y cinematográfica, August consigue que los diálogos fluyan, que el espectador se olvide de la cámara y que se introduzca en los últimos momentos que pasaran juntos tres generaciones de un clan familiar. El corazón de la historia es el ejemplo mismo de lo que puede ser la clave para dar con la emoción en el cine: una despedida en la que las personas implicadas saben que jamás volverán a verse. Pero August convierte la tragedia de la muerte, alejándose del tono melodramático, en la celebración de la vida y en la aceptación del final de nuestros días. Ambas cuestiones, todo hay que decirlo, vistas desde un prisma nórdico, obviando plañideras. Sin llegar a la perfección, contando «la historia de siempre», la película rezuma el aroma de las manos de su diseñadora de producción Jette Lehmann's, habitual de Lars Von Trier («The Kingdom» en televisión y el filme «Melancholia») y de series como «The Killing». Sencilla, bien contada, este es uno de los largometrajes que, como decía su director en la entrevista que nos concedía hoy a «Zazpika», le acerca salvando las distancias, al cine de sus orígenes; Bergman.