Amalur ARTOLA DONOSTIA
Entrevue
GENTZANE MARTINEZ DE OSABA Y ALEX G. DE BIKUÑA (*)

«`Señales de vida' es el retrato de un hombre que hace su propia retrospectiva»

Tras trabajos como «Mugaritz: Amaitu gabeko sukaldea» (2010) y «Next Time Inshallah» (2011), M. de Osaba y G. de Bikuña traen a Zinemaldia un documental que pretende ser un homenaje a un artista, pero también a toda una época. «Señales de vida» aborda la vida y obra del polifacético Nestor Basterretxea, tomando como eje la retrospectiva que le dedicó el Bellas Artes de Bilbo en 2013.

«Mugaritz», «Next Time Inshallah», «Bajo cero»... ¿Qué les aporta el documental?

Alex G. de Bikuña: La ventaja que tiene el documental es que puedes jugar con elementos más experimentales, formatos que rompen ciertas intimidades... Te permiten explorar el género narrativo del cine pero siempre a través de personas, historias y dramas reales. Tiene una gran dosis de implicación emocional.

Gentzane Mtnz. de Osaba: Pasa que no se puede vivir del documental, aún queda mucho para eso. Por eso tenemos nuestro «otro trabajo», que es hacer desde spots hasta vídeos de riesgos laborales.

Presentan «Señales de vida: Nestor Basterretxea» en Zinemira. ¿Qué representa eso para ustedes?

A.G.B.: En Zinemira hay seis documentales, y hay ficciones vascas que han pasado a otras secciones. Eso nos demuestra que aquí se hace muy buena ficción, pero también que el documental está cogiendo mucha fuerza. El público está empezando a aceptar otro tipo de documentales, no solo los que se hacen con animales. Y eso se ha demostrado este año en Zinemaldia.

G.M.O.: Para nosotros es muy importante participar, porque es un festival de categoría A, es un escaparate internacional y una oportunidad.

Se centran en la retrospectiva que le dedicó el Bellas Artes de Bilbo a Basterretxea. ¿Cómo surge la idea del documental?

G.M.O.: Trabajábamos en un programa de cultura para ETB y estaba previsto hacer algo con lo del museo. El programa terminó y, al quedar el tema en el aire y como nos apetecía hacerlo, nos tiramos a la piscina.

A.G.B.: La figura de Nestor siempre está presente en nuestra cultura y teníamos mucha curiosidad por conocerle. Coincidió con la retrospectiva, lo que propició que el artista se replanteara su vida, su trayectoria, y que reflexionara sobre que la gente que ha conocido y ciertas cosas que han pasado en su vida han hecho que hiciera las obras que hizo y que fuera la persona que fue.

¿Cómo fue la primera cita?

G.M.O.: Evidentemente, tenía el aura que desprenden los grandes artistas. Tenía mucha presencia y nosotros, tan pequeños, estábamos ante alguien que llevaba toda la vida en el arte, en la cultura, que ha vivido de todo... Y nos encontramos a un señor muy amable, con ganas de hacer cosas, que incluso se sentía abrumado de que alguien quisiera hacer un documental sobre él. Salimos muy contentos. Nos abrió las puertas de su casa y eso es un lujo.

A.G.B.: Yo me quedo con su sentido del humor, ese humor negro que él manejaba, esa ironía, ese sarcasmo. Tenía frases geniales, y una memoria estupenda.

G.M.O.: A mí me impactó que a sus 89 años trabajara todas las noches hasta la una o las dos de la madrugada...

En un momento del film, comenta: «Querría vivir un poco más para ver si soy capaz de superar esto».

G.M.O.: Eso es, quería superar sus dudas de artista, se preocupaba sobre lo que iba a hacer.

A.G.B.: Siempre estaba pensando en una cosa nueva, el círculo dentro del círculo... Y, además, era un hombre que vivió fases muy importantes de nuestra historia, el grupo Gaur, «Ama-Lur», la Gerra Civil, dos años viajando en barco hasta a Argentina...

Hasta el momento, ¿qué recorrido ha tenido el trabajo?

G.M.O.: Lo terminamos a finales de 2013 y tiene poco recorrido, pero las críticas han sido buenas. Nuestro gran miedo era qué iba a decir él...

A.G.B.: Me llamó personalmente. Recuerdo que aún se oía la música de los créditos finales. Que una persona con ojo, con ese recorrido, te diga que es lo mejor que le han hecho, que qué cosa más bonita, que lo cuenta todo bien... Eso es lo que más nos llena. La familia también nos dijo que se emocionó, que es el verdadero Nestor, que está bien retratado. Al final, es el retrato de un hombre que hace su propia retrospectiva.

¿Por qué hay que ir a verla?

G.M.O.: Porque es un testimonio de un artista que ha vivido prácticamente un siglo de la historia de nuestro país, y para conocer un poco más a Nestor, porque tiene muchas cosas que la gente no conoce.

A.G.B.: Porque es un retrato de una persona, con sus miedos, el amor a su mujer, su familia... Que, al final de su vida, hecha una mirada hacia atrás.

(*)Directores de «Señales de vida: Nestor Basterretxea»