El Consejo de la Real tomó ayer su decisión más difícil, la de destituir por vez primera a un entrenador en plena temporada con los problemas que eso supone. Que después de trabajar durante semanas esta posibilidad no se anunciara ayer quién será su sustituto ya demuestra que es fácil destituir a un entrenador, pero más complicado encontrar el relevo deseado. No se puede pretender que un entrenador como David Moyes que ha dirigido a Everton y Manchester United y está en la agenda del Inter de Milán, recale en pleno mes de noviembre en un equipo que lleva ocho partidos sin ganar y trasmite sensaciones preocupantes.

Por eso es un problema buscar un entrenador a estas alturas sin darle la opción en dos meses de hacer ningún retoque en la plantilla. Pero era evidente que el Consejo no podía mantener más a Arrasate ante las nulas señales de reacción del equipo y el enfado de la afición.

La primera destitución de un técnico en seis años de mandato de Aperribay en plena temporada deja en evidencia que han hecho muchas cosas mal en el último año y medio los mismos que llevaron a la Real a la Liga de Campeones. Ni el Consejo ni los técnicos ni los jugadores han estado a la altura. Aunque también es verdad que nada ha acompañado con lesiones de jugadores importantes y decisiones arbitrales contrarias decisivas, los técnicos no han acertado a la hora de buscar soluciones a los problemas que ya trasmitía el equipo al final de la pasada temporada y a la baja de jugadores claves como Antoine Griezmann y Claudio Bravo.

La Real no tiene una plantilla acorde a las expectativas altas tras alcanzar hace dos años la Champions, pero tampoco para estar en zona de descenso. El problema es que se formó la plantilla para jugar con un sistema que curiosamente se aparcó después de ganar al Real Madrid y además para practicar un tipo de fútbol difícil de desarrollar en situaciones críticas como la actual. La Real para competir necesita jugar bien y no ha conseguido hacerlo en los últimos partidos. No se han buscado jugadores de otro perfil para defender mejor, para tener más agresividad, aspectos a los que se debe recurrir para salir de una situación crítica. Por eso el nuevo entrenador no lo va a tener fácil y será necesario que el equipo tenga todo el apoyo para que sea capaz de reaccionar cuanto antes para cortar la racha negativa.