No es que la vida siga igual después del Gran Premio de Brasil, pero casi. Nico Rosberg y Lewis Hamilton se citan para la prueba de Abu Dhabi, última carrera de la temporada de Fórmula Uno, para decidir el Mundial. El piloto alemán aprovechó su arranque desde la pole position para tomar la delantera y no soltarla a pesar de que nunca pudo librarse de Hamilton. Este último se guardó de hacer tonterías y aseguró la segunda plaza, una posición que le servirá para obtener su segundo entorchado si es que la repite dentro de dos semanas. En su casa, Felipe Massa completó el podio.

No fue una carrera de grandes emociones, aunque estas permanecieron latentes. Las altas temperaturas provocaban que los neumáticos se degradasen a toda velocidad, antes de lo que se esperaban las escuderías. Eso propició algún susto que otro, con mención principal de un Lewis Hamilton que sufrió un trompo en la vuelta 28, justo cuando ya estaba a punto de enfilar los boxes por segunda vez. De todos modos, el piloto británico mantuvo la compostura.

No hay trabajo de equipo

El incidente le costó a Hamilton perder hasta siete segundos respecto a Rosberg. Dio igual. El líder de la clasificación apretó de lo lindo, marcando sucesivas vueltas rápidas, hasta ubicarse en la estela del alemán. Hamilton quiso demostrar su superioridad y hasta cierta suficiencia, hasta el punto de no arriesgar con ningún intento de adelantamiento sobre Rosberg.

Asimismo, la carrera de Interlagos mostró que a estas alturas no hay trabajo de equipo. Se pudo ver a Ricciardo aprovecharse de la salida de Vettel e incluso una pelea entre Alonso y Raikkonen en pos de la sexta plaza.

No obstante, esta libertad no deparó demasiadas emociones, excepto el abandono de Ricciardo por avería. Las emociones quedan para Abu Dhabi.