Beñat ZALDUA BARCELONA
EL PROCESO SOBERANISTA CATALÁN

Junqueras mantiene el pulso a favor de candidaturas separadas

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, defendió ayer la formación de diversas candidaturas independentistas como fórmula más eficaz «para maximizar votos». No fue el único punto de divergencia con la hoja de ruta de Mas, con quien se mostró más contundente de lo esperado.

No va a ser fácil el acuerdo. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, rechazó la lista unitaria propuesta hace una semana por el president, Artur Mas, y defendió con fuerza la formación de varias candidaturas con el objetivo de «maximizar los votos independentistas». Coincidió, eso sí, en la necesidad de elecciones «para conseguir el mandato democrático que esperábamos obtener con un referéndum». De hecho, exigió que se convoquen de manera inmediata.

Ante las 2.200 personas congregadas en el Palau de Congressos de Barcelona y con Mas en primera fila -junto a representantes de partidos y de la sociedad civil-, Junqueras se mostró contundente a la hora de asegurar que «sería una traición a nuestro país y a las esperanzas de mucha gente dejar las banderas de la justicia social y la lucha contra la corrupción en manos de aquellos que no quieren la independencia de nuestro país». La justicia social y la lucha contra la corrupción fueron, precisamente, los principales ejes sobre los que construyó un largo discurso encaminado a sostener su defensa de las candidaturas unitarias.

Así, defendió que «todos los votos independentistas tienen que encontrar un espacio para sentirse cómodos» e insistió en que «la mejor manera de maximizar los votos es que ningún independentista se sienta excluido». Acto seguido lanzó su propuesta de varias listas independentistas con elementos compartidos, empezando por un nombre común que todos incluirían en su fórmula electoral. También defendió incluir «un punto del programa en común» y organizar uno o varios actos conjuntos entre las candidaturas independentistas. Junqueras propuso que «todas las candidaturas se comprometan a que haya personas independientes que actúen como elemento de conexión entre las candidaturas» como fórmula para evitar las discusiones partidistas, y apostó por la creación de un Govern «de la máxima unidad posible». «La unidad de todos es más valiosa que la unidad de unos cuantos», añadió el presidente de Esquerra, que como guinda, añadió que «la unidad, para que sea de todos, debe ser flexible e inclusiva».

Como Estado independiente

La lista unitaria, sin embargo, no fue el único punto de divergencia entre la hoja de ruta propuesta por Mas la semana pasada y la de ayer de Junqueras, que rechazó de plano la convocatoria de un referéndum en 2016 para ratificar la independencia, tal y como propuso el president. «Tiene que haber un referéndum, pero tiene que ser de ratificación del proceso constitucional», señaló Junqueras.

Y es que el líder republicano apuesta por que el Govern de unidad que salga de unas nuevas elecciones -se habla de febrero o marzo, pero los partidos tendrán que ponerse de acuerdo antes- ejerza como Estado independiente desde el primer minuto, al tiempo que desarrolla el proceso constituyente y construye las estructuras de estado necesarias, precisamente, para poder aplicar de facto la independencia. «El ejercicio de la independencia es inseparable de la creación de las estructuras de estado que necesitamos para ser independientes», apuntó Junqueras, que argumentó su posición recordando que una negociación con el Estado español «solo será posible de igual a igual».

Detalló algunas de las tareas que debería desarrollar el Govern de unidad, entre las que destacó la ley de transitoriedad jurídica «que explique el marco legal español seguirá vigente mientras va siendo sustituido por un nuevo marco legal». También citó la necesidad de aprobar leyes como las de la Hacienda pública y las de la seguridad social. «Si no disponemos de estas estructuras indispensables, nos mantenemos bajo el control del grifo del Ministerio de Hacienda español», añadió.

«Escuchar siempre va bien», se limitó a decir Mas al concluir Junqueras su conferencia entre gritos de «¡President!». No quiso entrar a valorar una intervención que, aun dejando margen para el acuerdo, resultó más contundente de lo esperado, sobre todo en temas como la corrupción, con los que se refirió, sin explicitarlo, a Convergència. Los dos líderes tendrán que sentarse ahora junto al resto de formaciones soberanistas y las entidades sociales para tratar de convertir en realidad las diversas hojas de ruta. Consciente de ello o no, Junqueras ya lo advirtió al principio de su discurso: «Nunca habíamos estado tan contentos porque nunca habíamos llegado tan lejos, tantos y tan juntos, pero también hay muchas razones para la preocupación».