Comedia animada de acción y humor muy acelerados

Debe de ser que los niños y niñas de ahora vienen muy espabilados, o que yo debo ser ya demasiado lento para pillar las gracias de «Los pingüinos de Madagascar», pero ni siquiera me da tiempo a reirme con ellas. La sucesión de gags, visuales o dialogados, es frenética. La aceleración de la acción y la comicidad son todo uno, como si los responsables de la película no quisieran dejar espacio alguno para que el público piense en lo que está viendo, no vaya a ser que caiga en la cuenta de que a mayor velocidad menos atención. En fin, que tal vez sea un signo de los tiempos y de la creciente hiperactividad entre la población en edad escolar.
Tampoco hay que olvidar que Skipper (Capitán), Kowalski, Rico y Private (Soldado) eran en orígen personajes secundarios. Los cuatro pingüinos servían en «Madagascar» (2005) de contrapunto cómico, y con sus intermitentes apariciones episódicas disponían de un tiempo reducido para provocar la risa instantánea. Al pasar a ser los protagonistas de su propia película esas breves pinceladas humorísticas se vuelven repetitivas y son como las ráfagas de una metralladora que no cesa de disparar durante todo el metraje.
Para el equipo de guionistas, y también para el de los animadores, supone todo un reto iniciar otra franquicia con el cuarteto de pingüinos, en cuanto creación que ya ha sido explotada tanto en la trilogía de «Madagascar» como en la serie televisiva que significó su independencia, y cuyo título es exactamente el mismo de la versión cinematográfica que ahora se estrena. Por tal razón se hace complicado distinguir las aventuras catódicas de estos personajes con la que presentan en la pantalla grande, y al final la película no deja de ser como un capítulo televisivo alargado.
«Los pingüinos de Madagascar» (2014) no alcanza nunca una entidad distintiva en su desarrollo narrativo, limitado a la parodia bondiana. Así que mucho me temo que todas las películas de estos cuatro pingüinos van a ser más de lo mismo, a través de un recorrido por géneros dinámicos a su completo servicio.

GARA es segundo en Gipuzkoa y NAIZ sigue creciendo con fuerza

«Goonietarrak», 40 urte: bihotzeko ganbaran gordetako altxorra

«Elektronika zuzenean eskaintzeko aukera izango dugu orain»

«Gizarte aldaketa handi bat» eskatu du euskararen komunitateak
