El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, desveló en la Junta de Accionistas celebrada ayer en el Kursaal los planes de su Consejo con las obras de Anoeta, que comenzarían en otoño de 2015 y durarían tres años. Además pidió, sin citarlo y antes de que se le preguntara por él, al abogado Javier Olaverri que no ponga trabas al proceso aprobado por unanimidad por todos los partidos políticos del ayuntamiento de Donostia.

Olaverri logró paralizar el cambio del Plan General Urbanístico para el anterior proyecto del nuevo Anoeta y la pasada semana afirmó que el nuevo proceso era de dudosa legalidad y que no cumplía las normas europeas y el presidente blanquiazul le respondió en la Junta.

«Este Consejo conoce que el comisionado de mercados internos de la Comisión Europea ha estudiado el pliego elaborado por el Ayuntamiento y cumple con la normativa europea de competencia. El proyecto de la Real Sociedad tiene cabida en el Plan General Urbanístico y la Real va a pagar con acuerdos comerciales y con recursos propios el 75% del coste de las obras y el ayuntamiento ha aprobado por unanimidad que este proceso se ponga en marcha».

Se preguntó «¿cuál es el problema? ¿cómo se hace en el resto de Europa cuando campos de fútbol y baloncesto se han hecho con financiación público-privada? Actúo con tranquilidad y pediría que dejen al proyecto y al concurso en paz y permitan a la Real crecer como debe en base a su estructura. La voluntad nuestra y del ayuntamiento es cumplir de forma estricta con la legalidad. ¿Alguna forma habrá de remodelar Anoeta como se hace en el resto de Europa?».

Cinco fases en las obras

Si la pasada semana Aperribay mostraba su esperanza de poder comenzar las obras de Anoeta el mes de mayo, ayer ya asumía que eso será imposible al desvelar los plazos con los que trabaja un Consejo, que se presentará antes del tope del 9 de febrero a un concurso en el que no se espera que nadie compita con ella. Aperribay explicó que «el pliego obliga como muy tarde a iniciar las obras en 2016 y a finalizar en cuatro años y el objetivo es que en otoño de 2015 comiencen y acaben en otoño de 2018».

La fase 0 comenzaría en otoño de 2015 con la construcción de la estructura y los ocho puntos de apoyo para la nueva cubierta y finalizaría en la primavera de 2016. En mayo de ese año, al acabar la Liga, empezaría la fase 1, que consiste en bajar el campo dos metros y medio y acabar las tribunas laterales. El aforo del campo quedaría en 28.000 espectadores, esta fase duraría cuatro meses y la Real debería jugar lejos de Anoeta como local algunos partidos del inicio de la temporada 2016-17.

En verano de 2016 comenzaría asimismo la construcción de la Tribuna Sur, que duraría un año y permitiría iniciar la temporada 2017-18 con 32.000 espectadores, casi los de ahora.

La tercera fase, con el derribo del Fondo Norte, el de la Torre de Anoeta, comenzaría en mayo-junio de 2017 y cuando esté concluida se llegaría al aforo final de los 42.000 espectadores y el campo internamente estaría acabado. Pero todavía quedaría la cuarta fase para acometer las últimas obras externas que se desarrollaría en la primavera y el verano de 2018.

La Junta más tranquila

El tema de Anoeta fue el más importante de una Junta que apenas duró dos horas y en la que los accionistas aprobaron con un 97,6% de votos favorables las cuentas del pasado ejercicio y el presupuesto del actual con unos beneficios entre los dos de sesenta millones de euros.

Acudieron solo 240 personas a la Junta, con un 3,61% del capital social, y estuvieron representados otros 1615 con un 32,14% del capital. En total participó un 35,75% del capital. Los accionistas criticaron los fichajes y ante una pregunta sobre la Peña Mujika, Aperribay dijo que ha hablado con ella y que espera que tenga un buen comportamiento.