ESPANYOL - EIBAR

Colgado ya en la pared el calendario de 2015, regresa la competición. También para el Eibar, que viaja a Cornellà-El Prat cargado de buenas razones para pelear por la victoria. Tantas como su rival, probablemente, aunque esas no le importen demasiado.

Y eso que alguna es compartida, no en vano la escuadra azulgrana y el Espanyol despidieron el año empatados a puntos. Veinte, concretamente, que en principio satisfacen más a los armeros que a su rival, pese a que también los periquitos se marquen la permanencia como primer objetivo. Aunque no el único. Para que siga sin serlo, teniendo en cuenta que los equipos en posiciones europeas han empezado a desmarcarse con cierta claridad, el Espanyol necesita prolongar la buena trayectoria con la que cerró 2014, y que le llevó a sumar tres victorias y una sola derrota, ante el Barcelona, en cuatro jornadas, además de la clasificación para los cuartos de final coperos.

Intentará impedirlo un Eibar al que, en esa recta final del año, solo le sobró la visita del Valencia. Antes, había enlazado dos triunfos por primera vez esta temporada, a los que añadió el empate del Sánchez Pizjuán. Ahora quiere retomar ese ritmo y reencontrarse con la victoria para dar comienzo al año en el que celebra su 75º aniversario. Una efeméride que espera conmemorar con la permanencia, para lo que necesita sumar no ya tres, sino otros veintipocos puntos más.

En definitiva, que los eibarreses han viajado cargados de buenas razones. Y también con la confianza que les otorga su buen rendimiento a domicilio. «Fuera de casa nos estamos mostrando como un buen equipo -subraya Gaizka Garitano-. Un equipo competitivo y que está en los partidos hasta el final, y que siempre ha estado más cerca de ganar o de puntuar que de perder. Ahora también viajamos con ese objetivo, hacer bien las cosas, ser competitivos y estar en el partido». El técnico, además, ve respaldada su confianza por lo «bien» que ha visto a sus jugadores tras el parón navideño. «El equipo está muy bien, los jugadores han vuelto muy bien de vacaciones, han entrenado muy bien, están bien físicamente... Eso no es algo que me preocupe».

Sí lo hace el rival, un Espanyol «con mucha calidad, sobre todo de medio campo hacia arriba, y que tiene a un gran jugador como Sergio García» y que, además, «está en su mejor momento y además, como demuestran los datos, está siendo especialmente fuerte en casa».

Aunque la oposición de los blanquiazules no es la única «preocupación» de Garitano, que ayer lamentó haber tenido que entrenar dos días esta semana en el anexo de Ipurua, sobre hierba artificial, al estar congelado el césped. «Las condiciones en las que entrenamos no son nada adecuadas para un equipo de Primera -censuró- y eso sí me preocupa. Siempre hay algo, las condiciones no son de Primera y de vez en cuando hay que decirlo para ver si lo oye alguien».

Mensaje del técnico que tiene otro, si no motivo de preocupación, sí problema. Raúl Albentosa -ha jugado todos los minutos esta temporada- y Mikel Arruabarrena -solo se perdió, por lesión, en partido del Camp Nou no podrán jugar en Cornellá. «Decir que no son bajas importantes sería mentir -reconoció-. Pero hasta ahí. Por un lado, es normal que las tarjetas empiecen a pasar factura. Y por otro, no creo que haya motivo para preocuparse porque los futbolistas, cuando han jugado, han respondido y eso nos permite estar tranquilos para mañana».

Su ausencia no será la única novedad en un once titular que, en principio, recuperará un dibujo más habitual, con cuatro defensas. Entraría Ekiza, con Saúl adelantando su posición y Lillo regresando al lateral zurdo, aunque Abraham también tiene opciones de jugar. Además, Errasti volverá al equipo inicial, una vez que Boateng se ha quedado en casa -único jugador descartado por decisión técnica- y por arriba, Capa se hará con la vacante de Arruabarrena, para completar con Manu y Saúl la línea de tres, dejando a Piovaccari en punta.