De bien nacidos es ser agradecido

Claudio Bravo sorprendió en la semana de su vuelta a Anoeta con una entrevista en MD en la que señalaba que «me dolió que no me ofrecieran la posibilidad de poder continuar (...). Cuando me renovaban o pasaban cosas mías, pasaban cosas raras. Los hechos están a la vista. No quiero señalar más cosas, era su manera de hacer las cosas conmigo. (...) Yo quería aspirar a muchas más cosas, veía que aquí había mucho conformismo, vi cosas que a mí no me agradaban». Sorprende ese tono crítico a los responsables del club que apostaron por él en noviembre de 2011 con un contrato hasta 2017 cuando meses antes de entrar Aperribay en el club él era suplente de Riesgo tras un año en el que el Consejo anterior les puso a los dos en el mercado y nadie ofreció un euro por ellos. Fue Bravo el que llegó a un acuerdo con el Barcelona antes de empezar a negociar los clubes con esa presión. El Consejo prefería que se quedara que recibir doce millones por su marcha, pero respetó su decisión. Y en lugar de ser agradecido al club que le permitió crecer...

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