La segura marcha de Raúl Albentosa -sigue sin oficializarse pero es cuestión de días o incluso de horas- ha creado cierta inquietud entre la afición del Eibar, que teme que su equipo, que tan brillante debut en Primera está protagonizando, se vea desmantelado, incluso antes de que concluya el curso.

No parece probable que vaya a haber más movimientos durante este mercado de invierno, aunque desde Málaga se insiste en el cortejo a Saúl Berjón. Pero la situación se presenta muy diferente en junio, teniendo en cuenta no solo el buen cartel de los azulgranas, sino su situación contractual que, en la mayoría de los casos, tiene fecha de caducidad bien cercana. El contrato de apenas un tercio de la plantilla se extiende más allá de junio aunque, afortunadamente para los responsables armeros, se trata en su inmensa mayoría de jugadores habituales en las alineaciones titulares.

Es el caso de Xabi, Jon Errasti y Ander Capa, que hace un año cerraban su renovación con el Eibar hasta el 30 de junio de 2016, el mismo camino que seguía posteriormente Mikel Arruabarrena. Esa es también la fecha que se marcó en los acuerdos alcanzados con cuatro de los fichajes veraniegos, Dani García -que concluida su cesión y tras no aceptar la oferta de la Real decidió firmar con el club eibarrés-, Saúl Berjón, Borja Ekiza y Dani Nieto. El noveno es Lillo. Curiosamente, fue uno de los jugadores que tuvo que aguardar en verano para escuchar una oferta de renovación. Aceptó, se comprometió hasta el próximo 30 de junio y su buen rendimiento le ha permitido convertirse, hace apenas dos semanas, en el integrante de la plantilla con el contrato más largo, tras firmar una nueva renovación: será defendiendo la camiseta azulgrana hasta 2017.

Esos son los nueve jugadores que, salvo pago de la cláusula de rescisión -bastante superior a los 600.000 euros de Albentosa en muchos casos-, realizarán la próxima pretemporada en Ipurua. Aunque la lista podría aumentar hasta los doce si las cosas le siguen saliendo al Eibar tan bien como hasta ahora. Tres de los futbolistas fichados este verano, Jaime Jiménez, Ángel y Javi Lara, firmaron un contrato por una temporada, que se prorrogaría una más en caso de conseguir la permanencia en Primera. Además, en verano se les uniría Aitor Arregi, que completaba la pasada campaña a las órdenes de Gaizka Garitano y que, tras renovar hasta 2016, fue cedido al Cádiz, donde se encuentra ahora mismo.

Media plantilla, por tanto, podría seguir en la disciplina armera el próximo curso. La otra mitad lo tiene mucho más complicado y no solo porque acabe su contrato. Es el caso de los cedidos, que regresarán a Real (Raúl Navas), Zaragoza (Abraham), Milan (Didac Vilà), Sevilla (Manu del Moral) y Sampdoria (Piovaccari). El 30 de junio concluirá, además, el contrato de Jon Irazusta, Txema Añibarro -ambos renovaban por una temporada tras conseguir el ascenso a Primera- y tres de los fichajes de la temporada, Derek Boateng, Dejan Lekic y el último en llegar, Borja Fernández.

Bóveda

También el de Eneko Bóveda, cuya continuidad es tan deseada por el club como complicada parece ahora mismo. El bilbaino cumple su cuarta temporada con el Eibar, al que llegó en verano de 2011, con el equipo en Segunda B, tras concluir su vinculación con el Athletic, en el que se había criado. Futbolista de confianza de su entrenador en los dos ascensos, también lo está siendo en esta primera campaña en la máxima categoría.

Tanto que hasta su exequipo, y no es el único, le pone ojitos. Como ha sucedido con Albentosa, el club azulgrana intenta alcanzar un acuerdo para su renovación que, al igual que con el central alicantino, tampoco se ha producido de momento. Eso le libera desde el pasado uno de enero para negociar con el equipo que desee, aumenta su cotización en el mercado ya que el 30 de junio tendría la carta de libertad y parece alejar su futuro de Ipurua.