Fran Garagarza lleva un par de temporadas escuchando todo tipo de elogios por su capacidad para montar equipos competitivos, tanto como para encadenar dos ascensos, con un presupuesto limitadísimo. Estos días se enfrenta a otro reto que, de solventar, también le merecerá algún reconocimiento. La búsqueda de un sustituto para Raúl Albentosa. Una misión, si no imposible, sí muy complicada.

Con Albentosa se marcha uno de los jugadores de referencia de Gaizka Garitano, componente de esa columna vertebral que el técnico puso tanto empeño en mantener en su llegada a Primera. No formó parte del grupo que logró ascender a Segunda B, pero necesitó muy poco tiempo para integrarse en él cuando arribó a Ipurua, en verano de 2013. Procedía del Cádiz y le acompañaron desde allí críticas aceradas que el alicantino enterró pronto. Debutó en la tercera jornada de Liga, en el Gran Canaria, y desde entonces hasta el pasado viernes, cuando abonaba su cláusula de rescisión para fichar por el Derby County, solo se ha perdido seis encuentros, dos de ellos por sanción. 51 partidos en total, 49 en un once titular en el que no tardó en convertirse en una pieza insustitui- ble junto al otro Raúl, Navas.

No solo comparten nombre, en ambos casos añaden también a sus cualidades defensivas su puntería en las acciones a balón parado, que le han valido al Eibar media docena de goles en este último año y medio.

La línea paralela que venían trazando se ha separado ligeramente con el salto a Primera. Está siendo la temporada más irregular del andaluz desde su llegada a Ipurua, mientras Albentosa ha mantenido, si no mejorado, sus prestaciones. De ahí que hasta que se perdió la visita al Espanyol del pasado cuatro de enero por sanción, era el único jugador de campo que había disputado todos los minutos de Liga.

Esa vacante es la que tiene que cubrir el club azulgrana, la de un central de garantías. Porque pese a no estar transmitiendo las mismas sensaciones de las dos campañas anteriores, Navas sigue formando parte del bloque de confianza de su técnico -solo se ha perdido cuatro alineaciones titulares-, pero no parece suceder lo mismo con los otros dos centrales que ahora mismo hay en la plantilla. Ni Ekiza, aunque ya haya disputado media docena de encuentros completos, ni menos aún Txema Añibarro, que apenas ha entrado en un puñado de convocatorias y ha tenido que esperar hasta la 19ª jornada para disputar sus primeros minutos, han conseguido hacerse un hueco en el grupo de mayor confianza.

El problema es que el sustituto hay que buscarlo en el mercado invernal, en el que es incluso más difícil encontrar chollos. El que no tiene hueco en su equipo, alguna carencia tendrá y llegará falto de ritmo; el que tenga ritmo y calidad, tendrá hueco en suequipo actual y costará mucho dinero. Y con las cifras que se mueven en el fútbol, tampoco los 600.000 euros que ha percibido el Eibar por Albentosa convierten al club en favorito en las pujas.

Despedida del jugador

Albentosa, por otro lado, ya se encuentra en Inglaterra, aunque ayer siguió desde la grada el choque de máxima rivalidad entre su nuevo equipo Derby County y Nottingham Forest. Ante la imposibilidad de ofrecer una rueda de prensa de despedida -«quise hacer una rueda de prensa de despedida pero todo ha sido muy extraño y muy rápido», aseguró-, el ya exazulgrana hizo pública una nota.

Ante la imposibilidad de ofrecer una rueda de prensa de despedida, el ya exazulgrana hizo pública una nota de agradecimiento a los que han sido su afición y su club. «Me despido de mi gente de Eibar, que me lo ha dado todo en un año y medio. Personas muy cercanas que lo entregan todo, más por unas personas que acaban de conocer. Mi mujer y yo estaremos eternamente agradecidos a toda la gente de Eibar. Eibar siempre será mi casa». «Ha sido la decisión más difícil de nuestra vida, marcharnos de donde unimos nuestras vidas y de donde nos vamos a traer un tercer miembro a la familia», aseguró Albentosa, que también quiso agradecer al Eibar, «compañeros, cuerpo técnico y trabajadores del club por la oportunidad que me dio hace un año y medio de poder dar el salto a la elite del fútvol español y tratarme como me han tratado. Gracias por los éxitos vividos. Siempre seremos unos eibartarras más. Aupa Eibar, gora Eibar», concluye la despedida del jugador.