La presión juega de blanquiazul
Los de Moyes deberán digerir la necesidad de ganar ante su público a un rival que ha cerrado la primera vuelta con ocho puntos más.

Aunque Real y Eibar se disputan en teoría lo mismo, tres puntos, toda la presión del derbi guipuzcoano de Primera recaerá en las espaldas de los jugadores blanquiazules, que necesitan una victoria para mejorar su situación clasificatoria y no aumentar el enfado de la afición de Anoeta con su equipo que quedó patente tras la última derrota contra el Rayo Vallecano.
Los dos partidos seguidos en el estadio se presentaban como un trampolín para saltar a la primera mitad de la tabla y la derrota del pasado sábado hizo mucho daño. La Real no juega bien ni consigue resultados y los aficionados no entenderían que hoy no ganen a un equipo que, con un presupuesto muy inferior, ha sumado ocho puntos más en la primera vuelta.
Por ello la Real tiene una presión extra mientras que los jugadores del Eibar juegan sin esa necesidad y, lo que les hace más temibles, con la confianza que les da tener un estilo de juego al que están habituados, mientras que los blanquiazules juegan a algo que no dominan.
Además los de Garitano juegan por vez primera en Anoeta en la máxima categoría y para ellos es una fiesta en la que tienen mucho que ganar y poco que perder. Todo lo contrario que los blanquiazules, que necesitan ganar porque el calendario cercano, con una visita al Bernabéu, no ofrece mucho margen.
Problemas en defensa
Los dos equipos afrontarán el encuentro con bajas en defensa porque Carlos Martínez no se ha recuperado y Zaldua jugará sus primeros minutos en Liga tras la destitución de Arrasate. Además Markel llega justo al partido por un leve esguince de tobillo, pero es tal la importancia que ha adquirido en la Real que, si puede, forzará para jugar.
El Eibar también tiene problemas en la zaga porque a la marcha de Albentosa se ha sumado la baja por sanción de Raúl Navas, su compañero en el centro de la zaga en la primera vuelta. Además Ekiza no se ha entrenado con normalidad durante la semana y, además de Añibarro, que estaba en blanco en Liga hasta la segunda parte de Córdoba, Garitano se puede ver obligado a alinear a un lateral en el centro de la defensa.
El técnico azulgrana se puso a la altura de David Moyes y no facilitó la convocatoria para un partido especial para él porque en Anoeta vivió sus últimos años como jugador. Conoce las características del campo y de unos cuantos blanquiazules con los que coincidió en el vestuario y sabe cómo contrarrestarlos.
La Real tiene que hacer valer su mayor calidad y las bajas del Eibar en un césped más grande que el de Ipurua. Agirretxe y Vela deberían aprovechar estas circunstancias para romper con la negación que acompaña al equipo realista en la faceta ofensiva, aunque si algo caracteriza al Eibar es que, juegue quien juegue, siempre resulta un rival complicada para hacerle ocasiones.
El morbo del encuentro estará en el árbitro porque González González pitó el último derbi en Anoeta entre ambos equipos en la temporada 2007-08, en el que no vio falta en la patada de Zigor que rompió la tibia y el peroné de Iñigo Díaz de Zerio.
David Moyes quiere mejorar en ataque sin perder fortaleza en defensa
David Moyes se marcó ayer el objetivo de «intentar mantener nuestra fuerza en defensa y mejorar en ataque, conseguir un equilibrio. Necesitamos que los jugadores de ataque empiecen a crear oportunidades y las marquen porque, si no haces eso, al final acabas perdiendo como en el último partido en el que no merecimos perder. Para ganar hay que crear más ocasiones y marcar más goles, pero no podemos olvidarnos de la disciplina defensiva. Tiene que ser difícil que nos metan goles. Hemos conseguido más puntos por ser fuertes atrás, pero debemos combinar mejor entre centrocampistas y delanteros».
Consideró muy importante el derbi de esta noche ante un Eibar al que elogió: «Están muy bien, los dos últimos años han hecho temporadas buenas subiendo de Segunda B a Primera. Cuando consigues una buena racha y subes la gente está motivada, tiene esa autoconfianza y es más fácil empezar ganando partidos y cuando ganas es más fácil ganar el siguiente. Si pierdes esa costumbre se convierte en más difícil, por eso la primera temporada para un recién ascendido puede ser la mejor».
Consideró a Illarramendi «un muy buen jugador» y sobre incorporaciones dijo que «hasta ahora ha habido muy pocos traspasos, pero habrá más en la última semana. El presidente está trabajando para que llegue algún jugador. No hay garantías, pero sería bueno traer a uno o dos, espero hacerlo y lo intentaremos hasta el final».
Se le señaló que añadir dos extranjeros a los siete no canteranos rompería la política defendida por el Consejo y dijo que «lo que quiero es que la Real tenga el mejor equipo posible, que compita en lo más alto de la tabla, que estén orgullosos los aficionados. Ése es mi trabajo». Joseba ITURRIA

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