Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR La actualidad

Ipurua cambia de verde

Año y medio después de renovar el vetusto sistema de drenaje e instalar un nuevo césped, el club se ve obligado a volver a cambiar por completo los tepes, ante el mal estado del terreno de juego.

El encuentro frente al Atlético será, con suerte, el último en el que el césped de Ipurua presenta una imagen deplorable. Según anunció ayer el club, a lo largo de los próximos días, aunque los plazos dependerán en buena medida de las condiciones meteorológicas, se procederá a la renovación completa del terreno de juego.

En total, 6.760 metros cuadrados de nuevos tepes que, tras estudiar las distintas posibilidades, procederán de un suministrador de la localidad portuguesa de Vila Nova de Milfontes, al considerar que su tipo de césped se adapta mejor a las características de Ipurua. La intención de los responsables armeros es que entre hoy y el miércoles se pueda retirar el césped actual, para colocar de inmediato los nuevos tepes y que el campo esté en perfectas condiciones para la visita del Elche del próximo 16 de febrero. Aunque a tenor de las previsiones meteorológicas, que hablan de más lluvia y nieve para los próximos días, es posible que los plazos se alarguen.

La renovación completa, y necesaria, del verde llega apenas año y medio después de que el terreno de juego de Ipurua se sometiese a una remodelación más profunda aún. El 1 de julio de 2013, en plena resaca por la celebración del ascenso a Segunda A, las excavadoras entraban al estadio, donde las obras se prolongaron durante todo el verano. Con un coste de 500.000 euros, abonado a partes iguales por Ayuntamiento, Diputación Foral de Gipuzkoa, Federación Guipuzcoana y el propio Eibar, los trabajos consistieron en la renovación del sistema de drenaje, que dabata de 1959, y la instalación de un césped nuevo. Fue una obra costosa, ya que primero hubo que retirar los 50 centímetros de superficie que cubrían el sistema de drenaje. 3.500 metros cúbicos de tierra salieron de Ipurua. En una segunda fase, se niveló el subsuelo y se compactó el terreno con sistemas láser, para realizar después las zanjas en las que se colocaron los tubos del nuevo drenaje. Este se cubrió con unamezcla de arena y tierra compostada y se procedió por último a la colocación de los nuevos tepes, para conseguir un terreno de juego de categoría.

O no. Porque el verde no ha tenido buen aspecto en ninguno de sus apenas dos invernos de vida. Bien por la calidad del material -los tepes los suministró entonces la empresa cacereña Tapices Verdes, la misma con la que se trabajó para el nuevo San Mamés, donde también hubo problemas que ahora se evitan con el uso de lámparas especiales-, bien por los problemas intrínsecos del propio estadio que, por su estructura, impide que una parte del césped reciba los rayos del sol, bien por otras cuestiones técnicas, lo cierto es que en cuanto el tiempo empeora, Ipurua sufre. Hasta llegar a extremos como el de este pasado sábado, en el que el marrón predominaba sobre el verde en buena parte del terreno de juego, antes incluso de que comenzara el partido y pese a que no se había pisado en más de una semana, antes de que comenzara el temporal.

En la próxima cita competitiva, su aspecto será, o debería serlo, muy diferente.

No será lo único que cambie en el estadio eibarrés. Aprovechando la retirada del césped, entrará en el campo la maquinaria para instalar la estructura del futuro videomarcador, que se ubicará en la tribuna Oeste. Habrá también otro, más pequeño, en la Tribuna Este. Su instalación ha sido largamente demandada por los aficionados, después de que el derribo de la Tribuna Norte se llevara por delante el viejo videomarcador.

Más de un mes de baja para Manu del Moral, que pasa hoy por el quirófano

Manu del Moral será operado hoy y se espera que mañana regrese a su domicilio. La vuelta a los terrenos de juego es ya otro cantar. A la espera de lo que determine el cirujano maxilofacial que le operará hoy, el plazo mínimo sería de un mes pero el más realista se situaría entre las seis-ocho semanas de baja.

Manu, que sufre la rotura del arco cigomático izquierdo, como consecuencia del cabezazo que le propinó Giménez en la frontal del área, a un minuto del descanso del partido entre Eibar y Atlético, fue hospitalizado en la misma noche del sábado, al intuirse de inmediato la gravedad del golpe. Ayer se confirmó el diagnóstico.

Con su baja, Gaizka Garitano pierde a uno de los hombres más determinantes del equipo. El Eibar, desde luego, ha sobrevivido muchas jornadas sin el concurso del andaluz, al que una lesión en el pie impidió jugar con normalidad prácticamente hasta noviembre. Pero desde que empezara a acumular minutos, ha ido acercándose con rapidez al Manu con el que soñaban los responsables azulgranas cuando lograron su cesión.

Pese a que disputó unos minutos en la primera jornada contra la Real, el jienense no volvió a jugar hasta la novena jornada, cuando saltaba en la segunda parte del partido frente al Granada. Dos semanas después, en Málaga, disputó su primer encuentro como titular y desde entonces solo se ha caído del once en Sevilla, por cuestiones contractuales. Diez partidos, tres goles y una calidad que el Eibar echará en falta las próximas semanas.

No será la única preocupación para Riazor de Garitano, que pierde a dos laterales por sanción -Lillo y Abraham-, que se añaden a la duda de Bóveda, ausente el sábado por lesión. A.U.L.