El holandés Mathieu van der Poel logró su primer campeonato del mundo élite de ciclo cross en la localidad checa de Tabor. El hijo de Adri, campeón del mundo de la especialidad en 1996, dominó a sus 20 años recién cumplidos de principio a fin en un recorrido muy técnico en el que otro joven de su edad, el flamenco Wout van Aert, arrebató la medalla de plata que ya saboreaba el también holandés Lars Van der Haar.

El más veterano en el podio a sus escasos 23 años pagó la osadía de dejar la rueda de Van Aert y buscar a Van der Poel, que demostró que tiene condiciones para superar el listón puesto por su padre Adrie. Fue profesional veinte años, de 1981 al 2000, con más de cien victorias en ruta y ciclocross, especialidad en la que ganó un Mundial en 1996 y acabó otras doce veces entre los cinco primeros.

Mathieu ganó como junior los dos años el Mundial de ciclo cross y en el segundo también el de ruta. En 2014 pasó directamente a la categoría continental con el BKCP Powerplus, donde está su hermano David, y con 19 años ya ganó cinco carreras en ruta, la más importante el Tour de Limburgo por delante de Paul Martens y Greg Henderson. Ayer se estrenaba en un Mundial con élites y desde la primera vuelta cogió el mando y no lo soltó hasta el final.

Ya había ganado esta temporada de ciclocross el campeonato de su país y dos pruebas del Superprestigio, Gieten y Diegem, y ayer en ningún momento dio opción a sus rivales. Solo Van der Haar intentó disputarle la victoria cuando saltó tras él a tres vueltas de final, pero Van Aert lo aprovechó para superarlo en los últimos metros.

Javier Ruiz de Larrinaga fue de menos a más y logró su mejor puesto en un Mundial, el 27, por delante de Aitor Hernández, 34.

Éxito de la selección belga sub'23

En la prueba sub'23 dominaron los seleccionados por la Federación belga, que logró el oro y la plata y metió a cinco corredores entre los nueve primeros.