Las gestiones realizadas para fichar futbolistas sin contrato para cubrir la baja por lesión de Carlos Vela denota una falta de confianza de los técnicos en los jugadores con los que cuentan, pero también deja en mal lugar a los responsables deportivos del club porque una plantilla debe estar configurada para cubrir cualquier ausencia. La Real solo tiene dos lesionados, un lateral derecho como Carlos Martínez -puesto para el que también están en el primer equipo Zaldua y Estrada, aunque no ha contado ni en la Copa, y ha preferido alinear a Aritz Elustondo- y Carlos Vela. Y no es normal que por una sola baja para seis-ocho semanas, por importante que sea, se intente fichar desesperadamente a un jugador en paro para sustituirle.

Lo que ha sucedido la pasada semana recuerda al intento de fichar a Queco Piña cuando se lesionó Bravo en el final de la temporada del ascenso a Primera, cuando también estaba Riesgo lesionado. Zubikarai jugó los últimos partidos y la Real subió, el juvenil Alex Ruiz con el Sanse y también subió y el intento de fichar a Queco Piña, frustrado por un problema burocrático, dejó mal sobre todo al que quiso incorporarlo. Con el caso de Nene ha pasado algo parecido. No puede ser que los técnicos prefieran a un jugador, más que de vuelta casi retirado de circulación, que a los que tienen.