Amaia U. LASAGABASTER
Aktualitatea

Mal de otros, poco consuelo

Los azulgranas solo han podido dejar su portería a cero en cinco ocasiones esta temporada. Apenas otros cinco equipos, todos de la zona baja, han acabado menos partidos sin encajar goles.

Se ha superado ya el ecuador liguero pero la temporada sigue siendo novedosa para el Eibar. Y no solo para lo bueno. El equipo azulgrana que, como la mayoría e incluso de forma más evidente, ha basado tradicionalmente sus éxitos en la solvencia defensiva, no acaba de superar la barrera de la discrección en ese apartado. De hecho, es el buen olfato que, de forma colectiva, ha venido mostrando ante la portería contraria lo que le permite mantenerse en la zona noble de la clasificación.

Una contudencia ofensiva que se ha reducido en este arranque de la segunda vuelta -solo un gol, el de Piovaccari frente al Atlético, en tres partidos-, lo que ha condenado a los armeros a encadenar tres derrotas. Porque si la efectividad ha cambiado, no lo ha hecho uno de los grandes problemas a los que está haciendo frente el Eibar esta temporada, en la que le está costando horrores dejar su portería a cero, lo que le obliga a saltar al campo siempre con la pólvora a punto si quiere sumar.

Solo en cinco ocasiones ha conseguido la escuadra de Gaizka Garitano dejar su portería a cero este curso. La última en un escenario de primera magnitud, el Sánchez Pizjuán (0-0), pero hace ya ocho jornadas. Antes solo había podido hacerlo en Balaidos (0-1), San Mamés (0-0), Martínez Valero (0-2) y, la única ocasión en que su portería ha acabado inmaculada en Ipurua, frente a la Real en la primera jornada de Liga (1-0). Unos números que contrastan con la trayectoria histórica de los eibarreses y sin duda con la que han protagonizado en las dos temporadas previas a las órdenes de Garitano. Hace dos años, en Segunda B, el equipo guipuzcoano acabó 17 partidos de Liga -24 en total, con Copa y play-off- con la puerta a cero. El curso pasado lo hizo aún mejor y acabó imbatido 23 jornadas, un 54% del total. Eso, lógicamente, provocó que sus goles resultasen de lo más rentable. Cada uno de los 49 goles que marcó el año pasado le supusieron 1'44 puntos. Esta temporada, de momento, se queda en 1'08.

Mirando alrededor, ya en el presente, la situación de los eibarreses no es exclusiva. Aunque el mal de otros ofrece poco consuelo. Sobre todo porque esos «otros» no son demasiados. Apenas cinco equipos han conseguido acabar menos partidos con su puerta imbatida. Real, Getafe, Almería, Levante (4) y el próximo visitante de Ipurua, el Elche (3). Todos ellos de la parte baja de la clasificación, aunque no es una fórmula matemática. El equipo que más jornadas ha dejado a sus rivales a cero es el Barcelona (13, los ocho primeros de forma consecutiva), sí, seguido por Atlético y Villarreal. Pero también se asoma a la cabeza de esa clasificación el Deportivo que, de hecho, está cimentando su recuperación en la fortaleza defensiva: ha acabado con la puerta a cero en nueve de sus 22 partidos y en ellos ha sumado 19 de sus 24 puntos.

Continuidad

No está aprobando el Eibar en ese apartado últimamente y es posible que uno de los motivos sea la imposibilidad del entrenador de dar continuidad a su equipo en general, y a la línea defensiva en particular.

No es casualidad que esos cinco partidos que el Eibar ha podido acabar a cero su defensa haya sido casi idéntica y también la que más minutos ha acumulado este curso. Bóveda-Albentosa-Navas-Abraham ante Real y Elche, Bóveda-Albentosa-Navas-Lillo frente a Athletic, Celta y Sevilla. Alineaciones que, con la marcha de Albentosa, no puede repetir ya Garitano, pero que necesitan encontrar un relevo con la misma continuidad.

«No nos podemos permitir entrar mal al partido», advierte Fran Escribá

El Elche llega a Ipurua en plena reacción, con la posibilidad de situarse a solo cuatro puntos del Eibar y con la ilusión de, además, voltear el 0-2 de la primera vuelta para dejar de su lado el golaverage.

Un partido que todavía recuerda Fran Escribá y que, con el paso del tiempo, espera que se haya convertido en «experiencia» para sus hombres. Sobre todo para que no se repita. «No podemos permitirnos entrar mal al partido en Ipurua», advirtió el técnico, con el recuerdo del gol que marcó Dani García en el Martínez Valero cuando solo habían transcurrido tres minutos de encuentro.

Claro que aquello no fue una cuestión de suerte, como tampoco lo está siendo la temporada que vienen firmando los eibarreses. La considera «extraordinaria» Escribá, que quita hierro a los tres últimos tropiezos de su rival. «Las derrotas no son nada raras si miras los resultados y tienes en cuenta que una de ellas es ante el Atlético de Madrid. Ya quisiéramos estar nosotros en su situación después del partido de este lunes», suspiró el entrenador ilicitano, que considera al Eibar «un equipo bien trabajado, que juega bien y que sabe lo que debe hacer».

En lo que respecta a su propio equipo, Escribá aseguró que la victoria ante el Rayo Vallecano -segunda de los verdiblanos en tres jornadas tras la que consiguieron ante otro rival directo, el Levante- ha dado confianza a los futbolistas. «Veo al equipo jugando cada vez mejor, incluso en los entrenamientos». «Además -añadió-, físicamente estamos muy bien. La única ventaja de una plantilla corta es que todos participan y están en un punto de forma bueno», sonrió el técnico, que confirmó que David Lombán podrá viajar. GARA

Doble sesión para preparar la visita del Elche

Los azulgranas concluyen los preparativos del encuentro frente al Elche con doble sesión de trabajo. Hay previsto entrenamiento en Ipurua de mañana y tarde. Ultimará Gaizka Garitano los detalles de un choque en el que podrá volver a contar con Lillo que, probablemente, regresará al once. La duda es si lo hará en el centro de la defensa o en el lateral zurdo, con Didac como central, como ya hizo en Copa frente al Getafe. No estarán Abraham, lesionado como Manu, ni Rafa Páez, todavía sin el tránsfer.