Ugarte, Amaia
Entrevue
Antonio Ortega
Director de Pyrenaica

«Pyrenaica me ha aportado el tener una visión global del mundo de la montaña»

Más de uno pensamos que este reconocimiento llega un poco tarde, sobre todo si tenemos en cuenta que llevas colaborando como director de Pyrenaica desde 1981. ¿Qué importancia le das a este premio que has recibido en la Gala de la EMF?

Lo considero un premio de despedida, a una trayectoria, pero creo que no hay que personalizar el premio en mí, sino en todas las que han hecho posible que Pyrenaica siga funcionando de una forma altruista, algo tan extraño en el mundo en el que vivimos.

Me parece algo extraordinario tu dedicación para con la revista ininterrumpidamente durante 34 años. Sin ninguna duda eres uno de los grandes militantes de Pyrenaica. ¿De dónde has sacado la motivación para dirigir tantos años la revista?

Llegué a Pyrenaica a finales de 1978, cuando nos hicimos cargo de la revista un grupo de personas de la Sociedad Montañera, que hacíamos la revista de la Agrupación Montañeros de Bilbao. Éramos un grupo de jóvenes muy dinámicos que le hicimos el favor a Antxon Bandres de tomar el relevo a Casimiro Bengoechea. Jesús Polo se hizo cargo de la dirección y dos años después, cuando no pudo más, recibí de él el testigo. Al principio fue un reto personal, pues era sacar algo adelante sin medios ni dinero. El cuarto número del año había que sacarlo en enero del año siguiente, con dinero que nos adelantaba la Delegación de Gipuzkoa. Luego vas viendo que el trabajo es mucho más grato que el que realizaba en el club o en la EMF, pues cada tres meses puedes ver y palpar que has sacado a la calle un producto nuevo.

A grandes rasgos, ¿qué te ha aportado ser director de Pyrenaica?

Me ha aportado el tener una visión global del mundo de la montaña, pues nuestro deporte es muy variado, pero sobre todo el haber estado siempre rodeado de un magnífico grupo de colaboradores, que ahora son amigos, sin los cuales no habría sido posible sacar adelante la revista. Es un error personalizar en la figura del director el éxito de la revista, pues hay mucha gente detrás, que casi no se ve, que realiza una labor impagable. Por eso siempre he valorado altamente la concesión del premio «Amigo de Pyrenaica», entre los que te encuentras, para reconocer esa labor. Creo además que el último equipo de redacción con el que he contado, ha sido el más «profesional» de todos.

¿Cuáles son para ti los episodios o momentos más importantes de tu dilatada trayectoria al frente de la revista federativa?

Creo que hubo un episodio clave, invertir unas 600.000 pesetas de 1982 en la compra del primer ordenador, algo que en aquel entonces no tenía casi nadie. Eso marcó una pauta a seguir de ir innovando cada día. A ello le siguió el comenzar a editar publicaciones, empezando con la colección Rutas Pyrenaica, que convirtió a Luis Alejos en el principal patrocinador de Pyrenaica. Luego han seguido varios libros de historia, destacando los tres tomos de la «Historia Testimonial del Montañismo Vasco», que fueron obra de Antxon Iturriza. Y finalmente otras dos publicaciones de éxito: «Consejos para disfrutar de la montaña con salud», de Kepa Lizarraga, y el «Catálogo de Cimas de Euskal Herria», en el que tanto trabajaron Patxi Galé, Javi Urrutia e Inés Menéndez. Y todo ello sin costar un euro a las arcas federativas, gracias a la cesión de los derechos de autor a Pyrenaica por parte de los autores. Tampoco hay que olvidar la reedición de las revistas desde 1926 hasta 1956, y esa impresionante herramienta que es la Hemeroteca Pyrenaica.

¿Y las situaciones más difíciles o duras?

Lo peor lo hemos vivido en los últimos cuatro años, cuando nos hemos visto implicados en peleas federativas, teniendo que invertir más esfuerzo en ellas que en la edición de la revista, que es para lo que estamos preparados y nos gusta. El primer intento fue el pasar de papel a digital, algo que, según Eduardo Martínez de Pisón, es la antesala de la desaparición. Ninguna revista de montaña del mundo de referencia lo ha hecho, ni las más cercanas a nosotros. El segundo episodio lo vivimos hace unos meses cuando se pidió la voluntariedad de Pyrenaica, pues tampoco conocemos ninguna publicación de ninguna asociación, ayuntamiento o club deportivo que lo sea que, de haberse aprobado, habría acarreado en un plazo de cuatro años la desaparición de Pyrenaica. Estas peleas las hemos vivido en soledad, defendiendo algo que no es nuestro, sino de todas las federadas y federados. Incluso hemos tenido que soportar mentiras interesadas, calumnias y difamaciones, incluso amparándose en el anonimato de las redes sociales, obligándonos a presentar una denuncia que se encuentra en el Juzgado. Sin embargo, nos alegró ver que no estábamos tan solos, vista la cantidad de personas y clubes que se movilizaron a la Asamblea de Elgoibar para votar a favor de mantener el modelo actual de Pyrenaica y su integración en los estatutos de EMF. El 101- 10 de la última votación fue aplastante, dejando en evidencia que esos 10 votos procedían de un mismo entorno.

Ahora le vas a pasar el testigo a Luisa Alonso Cires. ¿Qué consejos le vas a transmitir?

Ante todo que se rodee de un buen equipo, ahora que hará falta ampliar la redacción, pero que sea un equipo que trabaje, no que se dedique a figurar solamente. Lo segundo, que continúe con lo que fue un clamor en la Asamblea de Elgoibar, mantener el modelo actual de Pyrenaica, un modelo basado en personas que colaboran sin cobrar un euro, algo difícil pero todavía posible aunque estemos en el siglo XXI.

Damos paso a tu despedida.

Que me voy contento de dos cosas. La primera, que cogí una revista en quiebra técnica y dejo una revista muy saneada, como podréis ver en las cuentas que, como cada año, publicamos en el número de marzo, pese a que casi nos hemos quedado sin publicidad, al haber ido cerrando buena parte de nuestros anunciantes. La segunda, haber superado la crisis sin dificultad sin que las federadas y federados hayan pagado ni un euro más en este proceso pues, por séptimo año consecutivo, la revista se mantiene con 1,34 más 0,75 euros de gastos de envío que pagan por cada número. Y eso llena de satisfacción.