El consejero delegado del grupo energético EDP en el Estado, Miguel Stilwell, consideró ayer en Bilbo que los datos obtenidos en 2014 son unos números «valiosos» porque se han logrado «en un entorno económico complejo» caraterizado por los «profundos» ajustes en el sector y el aumento de las cargas fiscales.

Las cifras muestran que el grupo registró un beneficio neto de 110 millones de euros, lo que supone una reducción de un 12%, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se redujo un 15%, hasta 507 millones de euros.

La compañía aseguró que esta reducción en los datos de 2014 se deben a que en los de 2013, con ganancias de 125 millones, se incluyen los resultados extraordinarios obtenidos por la venta de activos de transporte de gas, por 56 millones, a Enagás.

Asi, según los datos de la compañía, sin tener en cuenta estos resultados extraordinarios de 2013, el Ebitda se habría reducido un 6% y el beneficio neto habría aumentado un 39%.

Por su parte, la cifra de negocios fue similar, un 1% más, hasta los 4.086 millones de euros, y acometió inversiones no financieras por valor de 96 millones, un 7% menos que en 2013.

La deuda financiera neta se situó en 2.017 millones de euros y se redujo un 9%, como consecuencia de la titulización del déficit de tarifa producida en este ejercicio por importe de 203 millones de euros, de modo que a cierre de 2014 «no existe déficit pendiente de cobro», explicó Miguel Stilwell en Bilbo.

«Liberalización del sector»

El consejero delegado comentó que el sector se ha visto afectado por las «medidas de ajuste» y «un gran aumento de las cargas fiscales», los bajos niveles de la demanda, la gran competencia comercial y la elevada participación de las renovables, que «reducen» el hueco térmico (el del carbón). Apostó por que se dé «un impulso definitivo a la liberalización del sector para conseguir que los consumidores perciban los beneficios de una mayor competencia».

Por su parte, la producción de electricidad se situó en 9.374 GWh, un 6% menos que en 2013, después de que las plantas de cogeneración de la empresa sufrieran un «cierre prácticamente generalizado» y redujeran un 73% su actividad. La producción de las centrales de carbón (+0,1%) mantuvo la cuota, mientras que la aportación hidráulica descendió un 14%.