Una x en la casilla equivocada. Ese es el único y pequeño error en toda esta historia, según ha explicado insistentemente Álex Aranzabal. Pero de la misma forma que el aleteo de una mariposa puede provocar un terremoto al otro lado del mundo, la metedura de pata del club azulgrana acarrea graves consecuencias. Bastante más cerca y con múltiples víctimas.

El Juez único de la FIFA no se ha dejado convencer por el recurso presentado por el Eibar y ha denegado el tránfer internacional de Rafa Páez. Su decisión se comunicaba el viernes, en la noche del domingo ya se extendía por las redes sociales y ayer lo publicaba «El Diario Vasco». Hubo que esperar algo más para conocer la versión de la propia entidad azulgrana que, como en todo este proceso, se ha movido al ralentí.

De hecho, la FIFA justifica su negativa a la tramitación del tránsfer del jugador alicantino en que el Eibar presentó el papeleo correspondiente fuera de plazo. La historia arranca el 15 de enero, cuando Raúl Albentosa abandona Ipurua para fichar por el Derby County. Vista su aportación en año y medio, parece insustituible, pero la plantilla necesita al menos contar con un cuarto central de garantías, por lo que la secretaría técnica se pone manos a la obra. Los días pasan, los rumores se multiplican pero las operaciones, con el club eibarrés reacio a gastar dinero pese a haber ingresado 600.000 euros, se frustran. Hasta que en la tarde del 30 de enero, el último día del plazo de fichajes, el Eibar hace público el acuerdo con el Liverpool para la cesión de Rafa Páez, un prometedor central alicantino que durante la primera vuelta había militado, también como cedido, en el Bolonia de la Segunda División italiana.

Hasta ahí todo normal. Pero los días pasan, la presentación oficial del jugador se aplaza sine die pese a la insistencia de la prensa y, peor aún, se disputan una, dos, tres y hasta cuatro jornadas sin que el jugador pueda participar. La respuesta del club a las numerosas preguntas de los periodistas es siempre la misma: el tránsfer se retrasa. Pero se niega en todo momento que existan problemas, hasta que el 16 de febrero no queda más remedio que desvelar lo sucedido. Ese día, el Eibar hace público que dos semanas antes, el 2 de febrero, la FIFA le había comunicado que se había producido un error administrativo en la tramitación de la documentación que era necesario subsanar. El club asegura haberlo hecho de inmediato pero el organismo internacional considera que, con esa corrección, el papeleo queda fuera de plazo. Tránsfer denegado. El Eibar presentó entonces ante el Juez único de la FIFA un recurso para solicitar la concesión del tránsfer, en el que se incluyen documentos suscritos por Rafa Páez y la Federación Española, que apoyaban la tesis del club, en referencia a un error involuntario. Un día después, por primera vez, un responsable del club habla en público al respecto. Álex Aranzabal explica al ser preguntado que en una casilla de la documentación «se marca que la operación era sin coste. Por error, porque costó 35.000 euros. Pero el resto de la documentación era correcta y quedaba claro», argumentó.

La explicación no ha bastado para convencer a la FIFA, que no sanciona tanto el error, como que la corrección se haya producido tarde, más allá del 30 de enero en el que se cerraba el mercado. Así lo reconocía ayer el club armero. «Una vez analizada toda la documentación, el Juez único ha confirmado la denegación del tránsfer». Información oficial que, de nuevo, llegaba con retraso y exclusivamente a través de un comunicado. Desde el Departamento de Comunicación se explicó que ningún responsable realizaría declaraciones y se emplazó a una posible comparecencia pública en los próximos días.

Sí habló el representante de Rafa Páez, Jokin Bárcena, que asegura que pueden quedar aún «dos vías de amparo» como último recurso. Y que sobre todo lamenta que el central sea el gran damnificado. «Es el único caso que conozco en el que la única persona que no está imputada es la única perjudicada -explicó el agente-. La FIFA debería tener un poco de comprensión. Podía haber multado económicamente o como fuera al Eibar, pero no pagarlo con quien no ha hecho nada malo».

Y es que a Páez le han dejado sin temporada. Es la principal víctima del error, ya que no podrá volver a jugar hasta el próximo curso. Hasta final de temporada seguirá, en principio, entrenando con el Eibar, que pagará hasta entonces mensualmente parte de su ficha. Pero no podrá jugar, cuando hasta enero lo venía haciendo con regularidad en Bolonia.

La otra consecuencia afecta, evidentemente, al propio Eibar. Por el dinero que ha desembolsado vanamente y, sobre todo, porque Gaizka Garitano afrontará la recta final de la temporada con solo tres centrales, sin filial al que recurrir y sin ni siquiera un plan B que podría haberse saldado con la contratación de un central en paro. La duda es saber si alguien en el club asumirá responsabilidades o se seguirá culpando a la rigidez de la FIFA.