Carlos Gil Zamora
CRíTICA | Teatro

Sueño revolucionario

Matar al dictador es uno de los sueños de todos los movimientos revolucionarios que en la historia han sido. Matarlo de manera organizada, planificada y que sirva para cambiar el rumbo de la misma historia. Por eso, cuando asistimos al relato de Manolo, un militante de una organización revolucionaria no asimilada dentro de los parámetros de la izquierda más ortodoxa, sentimos un pálpito porque nos recuerda nuestras dejaciones, todos nuestros sueños, todas nuestras renuncias y se nos activa la memoria que nos trae reflujos de unos años no tan lejanos que no sabemos cómo tratar emocionalmente.

Que un revolucionario se encuentre casualmente en los lavabos de un restaurante con Pinochet y no cumpla con su misión más alta, aunque sea de manera espontánea y casual, sería un pecado. Pero que lo haga y no le crean sus compañeros de militancia es una situación tragicómica que da para mucho si se utiliza con la soltura que lo hacen estos jóvenes teatristas chilenos, que lejos de entrar por la vía del desahucio intelectual y político, lo llevan, con sabiduría por colocar el espejo justamente en las circunstancias que propiciaron que Pinochet llegara a longevo y muriera en una cama limpia y habiendo robado esperanza, vidas, años de democracia y mucho dinero al pueblo chileno.

La obra se plantea teatralmente con una sencillez escénica que ayuda a la claridad. Es un unipersonal en donde el actor, que es a la vez autor y director, logra estadios de comunicación memorables y muy eficaces, que gradúa perfectamente las tensiones narrativas, que sabe acercare al delirio o el cabreo monumental pero distanciarse con cierta retranca que permite la reflexión. Todo ello hace de este trabajo algo que nos compromete, porque su cercanía, su entrega propicia el sentirse concernido, y porque nos cuenta, con la distorsión de todo recuerdo, lo que pudo haber sido y no fue. Una excelente muestra de un teatro político actual, que revisa la propia historia de la sociedad chilena donde nace y a la que le espeta sobre su actitud durante los años oscuros.