Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR | Empate en Los Cármenes

Un partido para el olvido, un punto para la esperanza

Dos meses después, el Eibar vuelve a sumar. Tras encadenar ocho derrotas, los azulgranas salvaron el empate en un partido soporífero, ampliando ligeramente su ventaja sobre el descenso.

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Forofos de Eibar y Granada y adictos al fútbol. Solo los aficionados incluidos en esas categorías aguantaron ayer la hora y media de partido disputado en Los Cármenes. Un encuentro para el olvido que, sin embargo, puede acabar teniendo su hueco en la historia.

Al menos en la del Eibar que, tras dos meses de espera, vuelve a puntuar. Con ocho derrotas consecutivas a sus espaldas, el ánimo bajo mínimos y las posibilidades de permanencia reduciéndose a la misma velocidad que el colchón sobre el descenso, los azulgranas necesitaban un punto de inflexión. Y no un punto cualquiera; un punto de los que se pueden tocar, de los que cuentan. Uno como el que sumó en Granada, en un partido diametralmente opuesto al que disputaron los armeros una semana antes frente al Barcelona.

Si entonces pudo apuntarse un tanto moral, en un encuentro ameno para el espectador, histórico para las estadísticas, apto para los halagos e inútil de cara al objetivo final, el de anoche, por el contrario, puede resultar fundamental para la permanencia, aunque el partido resultara tan difícil de tragar como un ladrillo. Pero supo como un menú de cinco tenedores tras ocho semanas a pan y agua. Porque era, a falta de una victoria, lo que necesitaba el Eibar.

Para empezar porque corta esa racha letal que acumulaban los azulgranas, que no habían podido sumar desde que empataran, curiosamente en su anterior viaje a tierras andaluzas, frente al Córdoba en el último partido de la primera vuelta. También porque el empate llega ante un rival directo, frente al que no se decanta el golaverage -el choque de Ipurua también acabó en tablas- pero con el que se mantienen las distancias, cinco puntos. Y porque además llegó en una jornada que había comenzado de forma inmejorable para los intereses de la escuadra guipuzcoana, con derrota para todos sus perseguidores. El Eibar, de hecho, había tomado el avión de ida con la amenaza de acabar la jornada en descenso y se montará en el de vuelta con un puntito más de renta, hasta hacer tres, sobre la 18ª plaza.

Un punto, en definitiva, para la esperanza. El punto de inflexión que anhelaba la familia azulgrana como inicio de la racha definitiva que les permita seguir haciendo historia, consiguiendo esta vez el objetivo de la permanencia

Aunque el camino sigue siendo largo, largúisimo. Sobre todo viendo cómo lo hicieron anoche los guipuzcoanos, con una imagen muy alejada de la de la semana anterior, pese a que la exigencia del rival tampoco era precisamente la misma.

Novedades en el planteamiento

Con novedades en el once inicial -regreso a la línea de cuatro en defensa y cuatro caras nuevas, incluyendo el retorno sorprendente de Abraham-, no las hubo en el muestrario de problemas. Sobre todo de medio campo hacia arriba. Tampoco ayer supieron cómo mantener el balón los azulgranas, que se acercaron a Oier en contadas ocasiones, casi todas en el segundo tiempo, y con un protagonista inesperado, Eneko Bóveda, que protagonizó casi todas las mejores oportunidades de su equipo.

Bastante más vio el balón Jaime. Las ocasiones del Granada tampoco fueron muchas, ni excesivamente claras, pero la sensación de peligro no cesó. Fue a más, de hecho, conforme avanzó el encuentro. Y no solo porque ambos equipos pisaran el acelerador en la segunda parte.

También por una de las incidencias destacadas del choque que, lamentablemente, puede afectar también a los próximos encuentros. Y es que a la media hora de partido se lesionaba Raúl Navas. Sin centrales en el banquillo, saltó al campo Lara para completar el centro del campo por la izquierda, Lillo tuvo que ocupar la plaza de Navas junto a Añibarro, y Abraham bajar al lateral zurdo. Sufrió el futbolista catalán -de hecho acabó sustituido- y lo hizo su equipo. Pero aguantó. Con más casta y trabajo que estilo, pero consiguió su primer objetivo. Dejar su puerta a cero por primera vez en tres meses y puntuar tras dos de espera. El futuro ya se ve de otro color.

La expedición regresa hoy a Eibar

Tras pernoctar en Granada, la expedición azulgrana regresa hoy a Eibar, donde realizará la habitual sesión postpartido. Mañana arranca una semana atípica, sin competición el fin de semana y con tres días de descanso -viernes, sábado y domingo- para la plantilla armera.

250 aficionados azulgranas en Los Cármenes

Con puente de por medio, el de Granada fue uno de los desplazamientos que más aficionados azulgranas desplazó. Más de 250 se dieron cita en Los Cármenes. Más numeroso aún se prevé el próximo, que enfrentará a Real Madrid y Eibar en el Santiago Bernabéu el sábado 11 de abril.

Buenos resultados para el Eibar, que aumenta la renta

El punto sumado en Los Cármenes supo mejor gracias al resto de resultados de la jornada. Ganaron Rayo -próximo rival de los azulgranas, el viernes 3 de abril- y Celta, que se escapan, pero a cambio hubo pleno de derrotas entre los perseguidores del Eibar. El Elche cayó ante el Valencia, el Levante ante el Celta y el Almería ante el Athletic, con lo que la renta sobre el descenso es ahora de tres puntos. También perdió el Getafe, ahora solo un punto por encima de los armeros. Los otros dos implicados en la pelea de la permanencia, Deportivo y Córdoba, disputan hoy sus partidos.

Garitano recupera un central pero puede perder otro

Cumplida su sanción, Borja Ekiza podrá enfrentarse al Rayo pero puede no ser suficiente para aliviar los problemas del Eibar en defensa. Raúl Navas se retiró ayer a la media hora, tras sufrir un fuerte pinchazo en la parte posterior del muslo izquierdo. Podría tratarse de una rotura, aunque habrá que esperar a los exámenes médicos. El andaluz, al menos, cuenta con una semana más para recuperarse antes de que se reanude la Liga. Si no lo logra, Añibarro y Ekiza serán los únicos centrales disponibles.