Beñat Zaldua
Donostia

Libertad vs. seguridad

¿Pedir una mayor colaboración entre la Ertzaintza y las FSE o abogar por una desmilitarización de Euskal Herria? ¿Prometer más recursos para las políticas de seguridad o adecuar los recursos y las prácticas a un tiempo de paz? Dos formas de entender la seguridad ciudadana se contraponen, con diversos matices, en las elecciones del próximo sábado. En este Sakonean analizamos las propuestas de los cuatro grandes contendientes.

Actuación de la Ertzaintza en Gasteiz durante la huelga general del 29 de setiembre. (Raul BOGAJO/ARGAZKI PRESS)
Actuación de la Ertzaintza en Gasteiz durante la huelga general del 29 de setiembre. (Raul BOGAJO/ARGAZKI PRESS)

Con la muerte de Iñigo Cabacas todavía en la memoria, el debate sobre las políticas de seguridad y el futuro de la Ertzaintza ha estado presente a lo largo de la campaña y la larga precampaña electoral de la CAV. Desde EH Bildu hasta el PP, los partidos y coaliciones dibujan varias propuestas muchas veces antagónicas. Veámoslas.

PP y PSE, más policía, más colaboración

Comencemos por el PP que, sin concretar demasiado sus propuestas, aboga por mantener y profundizar en las actuales políticas de seguridad, empezando por un claro «tolerancia cero contra la delincuencia». «Aumentaremos la presencia de la Ertzaintza en las calles y en los barrios», se lee en el programa electoral de los populares, para lo cual dotarán a la Policía «de nuevos medios, salvaguardando siempre la eficacia y la seguridad de los agentes». Sobre la presencia de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) en territorio vasco, la candidatura de Antonio Basagoiti apuesta por mejorar «la coordinación entre la Ertzaintza y el resto de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado».

Muy cerca de los postulados populares se sitúa el PSE. Antes de elaborar sus propuestas, empieza por felicitarse por el hecho de que «por primera vez, la Policía Autónoma Vasca cuenta con 8.000 agentes en activo». Hace lo mismo cuando resalta «el papel de capital importancia para retirar de nuestras calles y plazas la simbología de quienes amparaban y justificaban a ETA», así como con el hecho de que la Ertzaintza haya «ingresado en el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista», en un contexto en el que se cumple ya un año del cese definitivo de las acciones armadas por parte de ETA.

Sobre las propuestas, pese a que el PSE admite la necesidad «adecuar la División Antiterrorista y de Información a la nueva realidad que vive la sociedad vasca», aboga al mismo tiempo por una «mayor presencia territorial» y por poner «más agentes en la calle». También le une con el PP la defensa de la colaboración de la Ertzaintza con las FSE en territorio vasco, mientras que le aleja la defensa de una «policía de proximidad» y de un papel activo en la lucha contra la violencia de género, aspectos incluidos en el programa del partido de Patxi López.

PNV, entre el repliegue y la colaboración

Por su parte, el PNV pide «la adecuación y repliegue» de las FSE, aunque lo hace con la boca pequeña, ya que señala que debería hacerse «sin perjuicio de la debida coordinación y colaboración entre las FCSE y la propia Ertzaintza a través de la Junta de Seguridad, a la que se le dará el correspondiente impulso político». Es decir, por un lado piden el repliegue de las FSE y por otro el aumento de la colaboración con la Ertzaintza.

En cuanto al papel de la Ertzaintza en la sociedad vasca, el PNV aboga por una «Policía democrática al servicio de una sociedad plural, que esté en condiciones de usar los idiomas oficiales de Euskadi». Es más, los jeltzales aseguran que impulsarán «una Policía preventiva más que reactiva». Sin embargo, cabe dudar de los medios que emplearán para ello, a tenor de lo que se puede leer en su programa electoral: «Una Policía versátil que no solo se centre en los clásicos cometidos policiales, sino que también se implique en las distintas manifestaciones de la seguridad en un sentido amplio, tales como la protección civil, la seguridad vial y la asistencia social». Es decir, extender la actividad policial a ámbitos en los que resulta dudosa la necesidad de uniformados.

EH Bildu, repliegue y nuevo modelo

Por último nos encontramos la propuesta de EH Bildu, que deja claro su ánimo rupturista con el nombre que otorga al departamento que hasta ahora se ha conocido como Interior. Pasaría a llamarse Libertades Ciudadanas. En coherencia con el nombre, el programa de la coalición abertzale parte de la máxima de que «quien rebaja los derechos humanos para conseguir seguridad, no obtiene ni lo uno ni lo otro», por lo que proponen desarrollar una política de seguridad «al servicio de la ciudadanía, nunca contra ella, desde una perspectiva preventiva y tamizada siempre por los más exigentes estándares de derechos humanos». Conscientes de las eternas contradicciones que suponen la gestión de la Policía para las fuerzas de izquierda, EH Bildu propone «un debate amplio y abierto sobre el modelo policial para adaptar en profundidad la calidad del servicio y sus amplias responsabilidades legales a las necesidades de una población en constante cambio».

La candidatura encabezada por Laura Mintegi pone el foco en la prevención, especialmente en dos campos específicos: el de la tortura y los malos tratos –propone abolir la incomunicación– y el de la delincuencia –prevenir antes que perseguir y reprimir–. Además, EH Bildu anhela «la absoluta desmilitarización del territorio vasco», algo para lo que reclama «el progresivo repliegue de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españolas». Como conclusión, y «como filosofía», EH Bildu aspira a que «Euskal Herria sea una nación sin Ejército, sin gasto armamentístico y sin los valores de disciplina, jerarquía, machismo, clasismo, control... que el estamento militar lleva aparejado».