‘Le Journal du Pays Basque’ entrevista en la edición de hoy a Pierre-André Durand, el nuevo representante del Gobierno francés en el departamento de Pirineos Atlánticos, que incluye a las tres provincias de Ipar Euskal Herria. Recién llegado al cargo ha recibido la primera «buena nueva» para él, ya que un tribunal de Pau le acaba de dar la razón en la causa abierta por la Prefectura contra el Ayuntamiento de Hendaia. El juzgado ha suspendido la decisión del Ayuntamiento de ayudar económicamente a la ikastola para la construcción de un segundo edificio, apelando a que las instituciones públicas no pueden ofrecer ayuda a centros educativos «privados».

Durand se congratula por la decisión y afirma que son tres las opciones legales para las nuevas ikastolas: «una modificación legislativa, la venta de un bien de dominio privado a la asociación o la subida de tasas». La primera no está, por ahora, en la agenda política de París, la segunda supone un desembolso difícil de asumir en la mayoría de los casos y la tercera limitaría de modo importante el acceso a una educación euskaldun en Ipar Euskal Herria.

Sobre la demanda unitaria en torno al reconocimiento institucional de Ipar Euskal Herria, responde que «el País Vasco no debe limitarse a la creación de estructuras» y apuesta por la renovación de los contratos actuales.

Durand ocupó entre los años 2004 y 2006 la subprefectura de Baiona, etapa de la que guarda, dice, «un muy buen recuerdo». Afirma que viene «con un punto de vista nuevo» y que no quiere «mirar por el retrovisor». En cambio, su posición sobre el proceso de paz en Euskal Herria sigue siendo la mantenida por el Ejecutivo francés; el prefecto cree que «la cuestión de la violencia es principalmente del sur» y apoya su opinión en la postura mostrada por el ministro de Interior francés, Manuel Valls, de seguir los pasos del Ejecutivo de Rajoy.

«Un país en marcha, con o sin el aval de París»

En el editorial que acompaña la entrevista a Durand, el director de Le JPB, Antton Etxeberri, cree que el hecho de que el prefecto aborde la pacificación «con la excusa» de que es un problema principalmente del sur muestra que parte del pasado. El editorial remarca la existencia de 160 prisioneros vascos en cárceles francesas y la existencia de arsenales de ETA en el Hexágono.

En cuanto a la relación de Ipar Euskal Herria con el Estado, recuerda Etxeberri que la sociedad de las tres provincias vascas se encuentra a día de hoy «unida con toda su diversidad para reclamar herramientas eficaces para su desarrollo». Responder a ese anhelo con «nuevos contratos» no hará más que acrecentar la frustración, según el editorial, que prosigue diciendo que Euskal Herria no tiene la vocación de estar esperando «la buena voluntad de París». «La construcción del país está en marcha, y se realizará con o sin el aval de París», concluye.