En la resolución, fechada el pasado día 18, el fiscal Superior del País Vasco, Juan Carparsoro, aclara que el informe policial que relataba lo que ocurrió en el recibimiento del féretro y el entierro al preso político describía que la actuación de los dos parlamentarios se limitó a estar presente en esos actos.
Según expone el fiscal, durante el acto en el cementerio de Galdakao «se cometieron objetivamente varios delitos de enaltecimiento del terrorismo», pero no hay constancia de que Arraiz o Ugarteburu fueran sus protagonistas y no tuvieron más intervención «que su presencia» en ese acto.
A raíz de los actos de recuerdo a López Peña, tras su muerte en un hospital de París durante su cautiverio, la Fiscalía de la Audiencia Nacional española abrió diligencias para determinar si el recibimiento al féretro en el aeropuerto de Sondika y su posterior entierro, eran constitutivos de un delito de «enaltecimiento del terrorismo».
En el mes de abril, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional española, Javier Zaragoza, envió al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco la investigación.
El preso vasco Xabier López Peña fallecía el pasado 30 de marzo en el hospital Pitié-Salpêtriere de París, donde permanecía ingresado desde el día 13 del mismo mes. Dos días antes fue trasladado al hospital Corbeil-Essonne desde la prisión de Fleury, tras sufrir un infarto y posteriormente ingresó en Pitié-Salpêtriere, donde fue intervenido quirúrgicamente. Allí sufrió un derrame cerebral, lo que agravó su estado de salud y derivó en su fallecimiento.
Después de que el cuerpo fuera trasladado al Instituto de Medicina Legal de París, el 12 de abril llegaba al aeropuerto de Sondika, donde era recibido por familiares y amigos. El mismo día fue enterrado en el cementerio de Galdakao y la familia celebró un funeral civil, de carácter «estrictamente privado».
Los familiares aclararon en su día que «ni Sortu ni ninguna otra entidad» organizó el recibimiento de López Peña.