GARA KIEV

Rusia defiende su despliegue pese a las amenazas de sanciones

Rusia se mantuvo firme en la defensa de su despliegue militar en Crimea pese a las amenazas de sanciones de la UE y EEUU. El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que si Moscú no cambia su política, examinarán medidas para «aislar a Rusia».

La Unión Europea y EEUU amenazaron ayer a Rusia con adoptar sanciones económicas si no repliega las tropas de Crimea. El primer ministro británico, David Cameron, advirtió que Moscú afrontará «presiones diplomáticas, políticas, económicas y de otro tipo» por su intervención militar. «Lo que queremos es ver una rebaja y no una continuación en el camino que ha emprendido el Gobierno ruso, violando la soberanía e integridad territorial de otro país», declaró en su residencia de Downing Street. «El mundo debe decir al Gobierno ruso, que de seguir violando la soberanía de otro país, tendrá costes y consecuencias», subrayó.

Londres negó que unas eventuales sanciones económicas a Rusia puedan afectar al suministro de gas y petróleo hacia Europa, al considerar que el mercado está preparado para hacer frente a interrupciones de todo tipo.

En respuestas a estas declaraciones el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, defendió la actuación de su país porque «quienes han tomado el poder en Ucrania están imponiendo su victoria para atacar los derechos fundamentales de los rusos. Hay que defenderse de esta agresión», insistió durante la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que comenzó ayer en Ginebra. Advirtió que las tropas rusas permanecerán en Crimea «hasta que se respeten los derechos de los rusos y se normalice la situación política».

Asimismo, tildó de «inaceptables» las amenazas del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien el domingo especuló con la imposición de sanciones económicas. Ayer, la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, fue más allá al asegurar que «no solo estamos considerando sanciones; es probable que las implementemos. Estamos preparando esas opciones ahora mismo y es muy probable que sigamos ese camino si las cosas siguen así».

Horas más tarde, el presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró que Rusia se ha situado «en el lado equivocado de la historia» y que si no da un giro en su política examinarán sanciones económicas y diplomáticas para «aislar a Rusia».

El Ministerio de Exteriores ruso respondió a Washington que «opera bajo la influencia de la Guerra Fría, ofreciéndose no para castigar a los responsables del derrocamiento del Gobierno, sino a la Federación Rusa». «Mientras quitan importancia a esto, EEUU y sus aliados cierran los ojos ante los excesos de los milicianos radicales de Maidan, su acoso a los rivales políticos y ciudadanos corrientes y su antisemitismo y rusofobia», remarcó. En este sentido, denunció la pasividad de las potencias europeas ante la violación del acuerdo político del 21 de febrero por parte del «nuevo régimen de Kiev» y recordó que los ministros de Exteriores del Estado francés, Alemania y Polonia suscribieron este documento, convertido en papel mojado cuando al día siguiente la oposición tomó el poder. «En este proceso, Occidente se ha aliado en la práctica con los neonazis que atacan iglesias ortodoxas y sinagogas mientras declaran la guerra al idioma ruso», subrayó.

En medio de este tenso panorama que ayer provocó caídas en las bolsas, el desplome del rublo y alzas en el precio del petróleo, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, anunció que mantienen el proyecto de construcción de un puente sobre el estrecho de Kerch, que separa Crimea de Rusia.