Convocados a través de las redes sociales y las mezquitas, los congregados han partido del campo de refugiados de Al Amari en dirección al paso de Qalandia.
Este puesto de control, abierto en el muro de separación que segrega Cisjordania de los barrios de Jerusalén Este, permanece a esta hora tomado por las fuerzas israelíes, que han colocado bloques de hormigón y restringido el tráfico. Los soldados han empleado fuego real, pelotas de goma y gases lacrimógenos para tratar de dispersar a los palestinos, que han prendido fuego a neumáticos y han arrojado piedras y botellas.
Manifestaciones similares han tenido lugar esta tarde-noche en ciudades como Nazaret, en Israel pero con mayoría árabe, y localidades cisjordanas como Nablús, Belén y Tulkarem, donde al menos 10 personas han resultado heridas.
Los congregados exigían el fin de «el genocidio de los palestinos de Gaza», el levantamiento del bloqueo económico y el asedio militar israelí a la franja y la apertura del paso fronterizo con Egipto de Rafah.

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