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Los desastres naturales provocan tres veces más desplazados que los conflictos

Un total de 22 millones de personas se vieron desplazadas de sus hogares en 2013 como consecuencia de desastres naturales, casi el triple que los desplazados por conflictos en el mundo en ese periodo, según el Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos (IDMC) del Consejo Noruego del Refugiado (NRC). Advierte de que «esta creciente tendencia continuará ya que cada vez más personas viven y trabajan en zonas propensas a calamidades».

El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) advirtió ayer de que el riesgo de desplazamiento debido a desastres naturales «se ha duplicado» desde 1970 y que este fenómeno global está creciendo en escala, frecuencia y complejidad. «Hoy en día hay más personas expuestas y vulnerables», subrayó el secretario general del NRC, Jan Egeland, en la presentación del último informe del Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos (IDMC) -dependiente del Consejo Noruego para los Refugiados-, que ha analizado las bases de datos sobre refugiados de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Federación Internacional de la Cruz Roja y diversas agencias de Naciones Unidas.

La NRC atribuyó esta tendencia al aumento de la población que vive en las ciudades, que, según la ONU, creció un 187% (de 1.350 millones a 3.880 mil millones) entre 1970 y 2014 en todo el mundo y un 326% (de 680 millones a 2.900 millones) en los países en desarrollo.

Aunque la mejora en las medidas de prevención y respuesta a desastres naturales en las últimas cuatro décadas ha permitido que un mayor número de personas sobrevivan, al mismo tiempo, han terminado engrosando las cifras de desplazados.

Asia ha sido la región «más afectada» por los eventos meteorológicos extremos, acumulando el 80,9% de los desplazados a nivel mundial entre 2008 y 2013 por esta razón y los 14 desastres «más devastadores» de los más de 600 registrados desde 2013.

El país más golpeado por los desastres naturales durante 2013 fue Filipinas, que ocupa los dos primeros puestos del ranking con los tifones Haiyan (en noviembre) y Trami (en agosto), que causaron el desplazamiento de 4.095.000 y 1.744.000 personas, respectivamente.

Le siguen China, donde las inundaciones expulsaron a 1.577.000 ciudadanos de sus hogares y el tifón Fitow lo hizo con 826.000. En Bangladesh, el ciclón Mahasen causó 1.100.000 refugiados, y en India, tanto las inundaciones como el ciclón Phailin desplazaron cada uno a más de 1.000.000 personas.

En cuanto al continente africano, este concentró cinco de los diez mayores desplazamientos de 2013 en relación con la población de cada país. En todos los casos, se trató de inundaciones durante la temporada de lluvias en países semiáridos de la región del Sahel como Niger, Chad, Sudan y Sudán del Sur, así como Mozambique.

En el caso concreto de Sudán del Sur, el NRC apuntó que los desastres naturales como sequías e inundaciones combinados con la violencia entre los seguidores del presidente y el exvicpresidente han creado una de las «peores seguridades alimentarias del mundo».

Así, cita el ejemplo de 475.000 refugiados del país que, huyendo del conflicto armado, llegaron en mayo de 2014 a Bor, con el establecimiento de 95.000 de ellos en asentamientos temporales situados cerca del Nilo, «desconociendo» el riesgo de inundaciones que terminarían produciéndose después, en la temporada de lluvias. Pero también en los países más desarrollados se produjeron desplazamientos por desastres natura- les. El tifón Manyi dejó 260.000 desplazados en Japón y los tornados obligaron a 218.500 personas a abandonar sus hogares en el estado de Oklahoma, en Estados Unidos.

«La tendencia al alza de desplazados por desastres naturales continuará a medida que más y más personas se establezcan y trabajen en áreas en situación de riesgo. Además, el cambio climático agravará esta situación todavía más», recalcó Egeland.

Recordó que en 33 de los 36 países afectados por conflictos armados entre 2008 y 2012 hubo también catástrofes naturales que obligaron a sus habitantes a abandonar sus hogares.

El informe subraya que las autoridades están «sobrepasadas» por el aumento de la población expuesta a estos fenómenos, particularmente en continentes como el africano, donde las predicciones demográficas prevén que el número de habitantes se duplique de aquí a 2050.

Por ello, recomienda a los países que redoblen sus esfuerzos a través de la puesta en marcha de una mejor regulación de la construcción y el uso del suelo, la reducción de las desigualdades de renta entre sus ciudadanos así como una mayor inversión en la preparación y lucha contra el cambio climático.

«La mayor parte de desastres son tanto responsabilidad del hombre como de la naturaleza. Una mejora en la planificación urbana, las normas de construcción y la protección contra inundaciones podrían mitigar bastante de los impactos de estos eventos», afirma el director del IDMC, Alfredo Zamudio.