Maider IANTZI

Emocionante solidaridad argentina acompañada de una buena noticia

Como expresó la representante de Etxerat, Nagore López de Luzuriaga, los familiares de presos enfermos rara vez tienen oportunidad de hablar de este tema en una charla con una buena noticia. La experiencia de ayer fue, por lo tanto, excepcional. Familiares, amigos y todas las personas que llenaban la sala de Koldo Mitxelena recibieron la solidaridad argentina a la vez que la puesta en libertad de Ventura Tomé.

Las protagonistas de la mesa redonda organizada por Etxerat, las argentinas Mirta Fabre, Gloria Feierabend y Susana Etchegoyen, portavoces del Colectivo A Casa, dejaron claro desde el principio su carácter luchador: «Nosotras somos muy desobedientes...», avisaron cuando Martxelo Otamendi, que hizo las labores de moderador, les pidió que empezaran haciendo cada una una pequeña intervención. «Sí, yo también tenía una tía en Argentina», reconoció el director de «Berria».

Bromas aparte, la aportación que hace el Colectivo A Casa es inédita y ha sido tomada en Euskal Herria con gran agradecimiento y emoción. Tal y como lo definieron sus impulsoras, es un grupo en construcción, abierto, que quiere solidarizarse con la lucha del pueblo vasco y especialmente con las 466 presas y presos dispersados en 76 cárceles. Inició su andadura hace dos años con el envío de cartas a los presos con enfermedades graves, que más tarde extendieron a los mayores de 70 años y a los que están en la cárcel con niños.

«El trabajo del colectivo apunta a un compromiso de solidaridad que otros pueblos han mantenido con nosotros y que nos ha permitido combatir la dictadura», explicó Fabre, sicóloga, sicoanalista y expresa política. Feierabend es licenciada en Psicología social y Etchegoyen, médica fisiatra.

«Además de escribir cartas, conseguimos teléfonos y empezamos a llamarles a las familias. Igual se quedarían impresionadas...», declaró Etchegoyen, provocando la risa del público (luego, López de Luzuriaga, también familiar, confirmó este hecho. De todas maneras, fue una sorpresa muy agradable). «Así, fuimos tejiendo estrechos lazos y eso hizo que este año quisiéramos viajar y ver a los presos», continuó la médica.

Hoy, en Ondarroa

El Colectivo A Casa, que hoy estará en una mesa redonda similar en Ondarroa (a las 19.00 en la vieja cofradía), fue creado por cuatro personas. «Ahora somos 15, se han incorporado jóvenes, lo que es motivo de alegría, pero somos pocos. Aún. Nuestra ilusión es que cada vez haya menos presos para escribirles y que les escribamos más», indicaron. En este sentido, convocaron a la gente a crear en otros lugares colectivos de este tipo.

Estas militantes y sobrevivientes de la dictadura argentina, acompañadas en la mesa también por la psicóloga de Jaiki Hadi Ohiana Barrios, relataron lo vivido en las visitas a los presos vascos. «La dignidad y la fuerza que tienen le enseña a una tantas cosas...», resaltaron como punto positivo.

Otamendi, azuzándolas, dejó caer: «¿Qué hará Instituciones Penitenciarias? ¿Ven riesgo de veto?». «Si no lo intentamos... ¡ya está vetada!», fue la respuesta, seguida de un caluroso aplauso. La fuerza del aplauso de la gente se sintió en toda la charla, y especialmente cuando se confirmó que Tomé había quedado libre. Al final, cuando tomó la palabra el público, una familiar se expresó así: «Os estaba escuchando y se me caían las lágrimas, porque vosotros sí os dais cuenta». Instigó directamente al PNV.