La Diputación de Gipuzkoa anunció públicamente el domingo la visita de Martin Garitano y los alcaldes de la zona al socavón causado por las obras del TAV en Hernialde. Para las 10 de la mañana estaba prevista la realización de declaraciones a los medios en el mismo lugar, acerca de los daños que la construcción de esta infraestructura está generando en el territorio. El ente foral comunicó su intención también al Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial, puesto que la ladera en la que se abrió el cráter sobre el túnel de Anoeta está acotada por razones de seguridad.

Lo que no esperaban ni el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, ni los alcaldes de Hernialde, Asteasu, Tolosa, Aduna y Anoeta, era que pocos minutos después de las 10.00 irrumpiera en el lugar un vehículo todoterreno del que descendieron el viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz, acompañado de técnicos y de un responsable de prensa.

Resulta un acto verdaderamente inusual que una institución se presente en un acto convocado por otra y a la que en ningún caso había sido invitada, lo que ha sido interpretado como un gesto de nerviosismo ante los continuos problemas que se están generando en torno a las obras de la «Y vasca».

Nota del Gobierno

El Gobierno de Lakua hizo después pública una nota en la que destacaba que el diputado y los alcaldes habían rechazado la invitación a visitar el túnel, lo que no figuraba en ninguna previsión. Añadía que el viceconsejero había comentado a las autoridades foral y municipales «que lo correcto es tratar el tema en una reunión y no de forma improvisada para conseguir una fotografía».

En la misma nota se decía que «el Gobierno Vasco ha reiterado al diputado general de Gipuzkoa y los alcaldes y alcaldesas de la comarca de Tolosa las explicaciones sobre el incidente ocurrido el pasado día siete en el túnel de Anoeta». Una redacción llamativa, con la inclusión del verbo reiterar, cuando ni el diputado general ni los ayuntamientos de la zona habían recibido con anterioridad ninguna explicación del Ejecutivo de Lakua sobre la apertura de un agujero de una veintena de metros de diámetro y sesenta de profundidad sobre un túnel de la «Y vasca».

El derrumbe comenzó a producirse el 7 de octubre, y ni el Gobierno ni ETS dijeron nada sobre el mismo hasta que el pasado jueves, 23 de octubre, empezaron a circular por las redes sociales fotografías del socavón tomadas desde el aire y vídeos grabados desde el interior del túnel durante parte del derrumbamiento.

El viernes los alcaldes de Hernialde, Tolosa y Anoeta denunciaron que ni Lakua ni ETS se habían puesto en contacto con ellos. Solo un director de obra de la firma Murias, encargada del túnel, había realizado una comunicación dos semanas después de producido el accidente.

Garitano pide la paralización

Durante su visita al agujero, el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, se sumó «a la exigencia de la mayoría de municipios guipuzcoanos de paralización definitiva de las obras del Tren de Alta Velocidad».

Garitano destacó los problemas que estas obras están generando a los municipios por los que pasa, y que son un 41% de los de Gipuzkoa, y su rechazo a un proyecto que cuesta «una fortuna» y que «viene de ningún sitio y va a ninguna parte».