«Si hay propuestas mejores que esta, pero que garanticen la consulta con un resultado claro, hablemos». Preguntado por la preferencia de ERC por las listas separadas, el president, Artur Mas, se ha mostrado esta mañana dispuesto a hablar de cualquier opción, con la condición de que el resultado no de lugar a confusiones. «Nadie nos espera con los brazos abiertos, somos un problema», ha recordado Mas en referencia a la comunidad internacional, lo que le ha llevado a señalar que «antes de buscar ayudas tenemos que ganar la consulta y si no nos reconocen el resultado, no podremos negociar con nadie».
En una entrevista radiofónica con la periodista Mónica Terribas, Mas ha preferido esperar a que el martes el líder de ERC, Oriol Junqueras, exponga su propuesta, antes de avanzar acontecimientos. Una conferencia a la que ha asegurado que todavía no sabe si podrá acudir o no: «Estoy mirando si lo puedo arreglar todo para ir, pero si no puedo, hablaré con Junqueras para vernos al día siguiente. No pueden pasar demasiadas horas».
El adelanto electoral en forma de elecciones anticipadas también ha estado encima de la mesa, pero una vez más, el president lo ha supeditado al acuerdo entre partidos y sociedad civil para convertir los comicios en la consulta vetada. De hecho, ha recordado que la decisión la puede tomar «antes de navidad o un poco más tarde», para convocar las elecciones en los primeros meses de 2015, pero que también puede «esperar al 2015 y convocarlas no antes de las municipales». Todo abierto, por lo tanto.
Sobre las relaciones con el Gobierno español, Mas ha asegurado que no ha recibido «ninguna comunicación» sobre la visita del presidente, Mariano Rajoy, mañana a Barcelona. Ha asegurado que en la Moncloa ya sabían que la alternativa a la consulta en Catalunya eran las elecciones plebiscitarias y sobre la querella, ha considerado que persigue dos objetivos: «Amansar las fieras de Madrid que pedían sangre por el 9N y que algunos quedemos inhabilitados para presentarnos a las elecciones». «Detrás está la mano del Gobierno español», ha concluido.