Joseba VIVANCO

La hora del té con pastas

El Chelsea-Manchester City de la próxima jornada puede decidir la Premier si los Blues ganan a los Citizens.

«¿Un té? ¿Cargado o flojo? ¿Azúcar o sacarina? ¿Leche?». Estas preguntas de boca de una agradable anciana se repiten con cada encuentro que el Manchester City juega en el Emirates Stadium. Allí, desde hace décadas, antes del pitido inicial, Rose prepara y sirve té con pastas a los fotógrafos de prensa. Incluso la salita donde los recibe en las entrañas del campo tiene su propio nombre, letrero incluido, «Rose's Room».

Lo lleva haciendo con religiosa dedicación desde hace una década, y antes, otros treinta años en Maine Road, anterior casa de los Citizen. Ahora le queda lejos de su hogar, pero el inolvidable Kevin Keegan -entonces técnico de los sky blues-, «todo un caballero y un verdadero encanto», confiesa Rose, la convenció para que siguiera y el City al menos le paga el taxi de ida y vuelta. Lo que no ha hecho nunca la afable Rose es presenciar un partido de fútbol. Y gracias a eso se libró de ver cómo los de Manuel Pellegrini se dejaron quién sabe si sus aspiraciones al título al verse sorprendidos el domingo por un Arsenal que firmó sus mejores minutos en lo que va de temporada. 0-2 final, a cinco puntos del líder Chelsea y visita el 31 de enero a Stamford Brigde. Como tituló el lunes el ``Daily Star'' con trazo grueso, ``Win or bust'', gana o muere. La Premier se decide.

Invictos los últimos doce partidos los de casa, irregular trayectoria fuera de ella los visitantes, el City no perdía en su feudo por dos goles o más en Premier desde octubre de 2010; entonces, también fue contra el Arsenal, 0-3. Y de nuevo llegaron los de Arsene Wenger y se llevaron la victoria de la mano de un pletórico Santi Cazorla. Los locales no ganan un partido de liga sin Yaya Touré desde abril de 2014 y el domingo no fue una excepción, con el costamarfileño en la Copa de África.

Los Gunners se colocan a un punto de la Champions y de paso ponen la liga en bandeja al Chelsea, que recibe, como decimos, a los de Manchester la próxima jornada. Ironías de la vida. El día antes de que el técnico alsaciano cumpliera mil partidos al frente del Arsenal, un 22 de marzo de 2014, precisamente en Stamford Bridge ante el Chelsea, el luso José Mourinho definió a Wenger como «un especialista en fracasos». Ahora, le ha puesto el título en bandeja, aunque el portugués no las tenga todas consigo y a pesar de su holgado triunfo 0-5 en casa del Swansea galés, con dos goles más de Diego Costa y Fábregas sumando su 15ª asistencia, anda erre que erre que hay una conjura contra los Blues. El propio ``Daily Mirror'' en su portada tildó de «paranóico» al portugués, mientras Mou atizaba al City que le pisa los talones por el fichaje de 30 millones del marfileño Wilfried Bony, el jugador que fuera defensa central hasta los 14 años y hoy es el delantero con más goles en Premier en 2014. «Bony es un buen jugador pero solo pueden jugar con 11. A menos que las normas sean diferentes para ellos. A veces lo parece», se quejó. No Pellegrini, pero sí su homólogo del Liverpool Brendan Rodgers le contestó: «El Chelsea tiene una gran calidad pero de sus últimos 6 partidos han ganado dos, empatados dos y perdido dos».

El que no se mete en fregados es Louis van Gaal que bastante tiene con lo suyo y eso que logró sacar la victoria en Loftus Road, tras ganar al Queens Park Rangers 0-2, no sin dudas. Cuentan en ``La media inglesa'' que en 1906, el estadístico inglés Francis Galton descubrió la sabiduría de las masas en una feria de ganado en Plymouth, donde había una competición sobre el peso de un buey. Cerca de 800 personas escribieron su predicción en una hoja de papel. Galton recopiló todos los datos y los analizó estadísticamente. Descubrió que la estimación media de todos los participantes estaba sorprendentemente cerca del peso real del buey. Esta estimación era mejor que las cifras que muchos expertos habían dado.

Y así, en el descanso, con el luminoso a cero y el QPR sacando los colores a la defensa de tres del holandés, los seguidores desplazados del United comenzaron a reclamar a viva voz un «4-4-2, 4-4-2» que debió de llegar a oídos de Van Gaal, el cual rectificó, hizo caso a la sabiduría de las masas como con aquel buey de Plymouth y acabó ganando. Después, a lo suyo: «El Manchester United tiene 600 millones de fans en todo el mundo. No puedo escuchar 600 millones de opiniones». Y eso tras hablar en la previa de los rumores sobre sus desencuentros con Radamel Falcao. «Me da igual que un jugador cueste 95 millones o 5.000, tiene que demostrar que vale. Y Falcao también tiene que hacerlo». Blanco y en botella.

Genio y figura, seguramente nunca reconocida del todo. ¿Está loco Louis van Gaal? Ésta es la pregunta que se ha hecho el periodista y otrora íntimo amigo suyo Hugo Borts en «O, Louis: In Search of Louis van Gaal», original biografía del técnico holandés, el cual se presentó en su primer día en Manchester con las siguientes palabras: «Soy un ser humano demócrata y compasivo». Eso y mucho más.

El relato es un retrato del Van Gaal menos conocido, plagado de anécdotas increíbles sobre dentaduras postizas, mucho vino, un pene supuestamente «de oro»... También Dios aparece con frecuencia, una fe en él que Louis perdió cuando su primera esposa murió de cáncer. Años después, el entrenador del Bayern Uli Hoeness lo acusó de arrogancia cósmica: «El problema de Van Gaal no es que se crea Dios, sino el padre de Dios. Antes de que el mundo existiera, Louis ya estaba ahí». Cuando Borst le comunicó a Van Gaal que estaba escribiendo el libro, el hombre a quien el ``Daily Mail» llamó «corrosivo, humilde y encantador» respondió con su flema característica: «Vaya, permíteme que sea el primero en darte la enhorabuena. El libro venderá mucho. Todo lo que lleva mi cara se vende muy bien».

El que ha vendido su autobús oficial es un equipo casi de saldo como el Milan, por 150.000 euros, y es que solo su mantenimiento le salía unos 200.000 anuales. Los Rossoneri sufrieron su segunda derrota consecutiva en casa, esta vez ante el Atalanta, mientras sus vecinos del Inter no pasaron del empate a cero fuera, cuatro tablas en los últimos seis partidos. Y es que en Italia manda la Juventus con mano de hierro y fútbol de quilates en las botas de jugadores asentados como Tévez -dos goles más- o el joven francés Paul Pogba cuyo límite es el cielo.

La Juventus consolida el liderato

En el Juventus Stadium, cuando un jugador de la fidanzata d'Italia marca un gol, en la megafonía suena el pegadizo «Chelsea Dagger» de The Fratellis, segundo himno para la hinchada bianconeri. Esta jornada lo escucharon hasta en cuatro ocasiones. Las `cebras' arrollaron 4-0 al Hellas Verona saludando al enorme tifo desplegado en el estadio: ``Pasan los años y las estaciones pero una vez más campeones de invierno''. Se consolida líder con cinco puntos sobre la Roma, que volvió a empatar .

En piamontés la Juve es La Madama y para muchos otros `La Novia de Italia', la Vecchia Signora... pero en la década de los setenta un apodo resumía su capacidad para ganar sin jugar bien, algo inherente al club durante muchos momentos de su historia. Signora Omicidi («La Señora Homicidios»), que hace referencia a la película de 1955, conocida como «The Ladykillers», con Alec Guiness y Peter Sellers. Era aquella Juve de Roberto Bettega y Giovanni Trapattoni como técnico.

Ahora, la Juve juega y gana, la Roma trata de seguirle el paso, el Napoli se aúpa al tercer puesto tras arrebatárselo a la Lazio por 0-1, y la `Samp' que está cerca de atar a Samuel Eto´o es cuarta. Sería el noveno club para el león camerunés, otro de esos trotamundos del planeta fútbol ahora en el Everton.

Hace 30 años, las aventuras de un inglés jugando en Tailandia, o de un ghanés en Israel, habrían sido un buen reportaje para el ``National Geographic''. Hoy, solo entre once futbolistas suman más de 100 equipos en casi 40 países distintos. Y entre ellos, the winner is... Lutz Pfannenstiel, un portero alemán retirado en 2011 con 38 años y que llegó a jugar en ligas tan dispares como la de Malta, Namibia, Singapur, Malasia o Finlandia, además de la alemana. Su autobiografía -``Imparable. Mis aventuras como portero trotamundos''- es una clase práctica de geografía y sociología del fútbol, amén de una historia digna de Simbad el marino.

Como él, el sueco, ex gunner y modelo de calzoncillos Fredrik Ljungberg, con experiencia en el fútbol de Inglaterra, Escocia, Suecia, EEUU, Japón y en la recién concluida Hero Indian Super League, o el francés Nicolás Anelka y su recorrido por PSG, Arsenal, Real Madrid, Liverpool, Fenerbahçe, Manchester City, Chelsea o Juventus -donde únicamente jugó dos partidos, pero ganó el Scudetto-, y la liga japonesa previo último destino en el Mumbai City indio.

Otro de esos nómadas del balón es David Trezeguet, que acaba de colgar las botas a los 37 años también en la India, a donde llegó desde el Newell´s, previo paso por River Plate, en una singladura que comenzó en 1995 en el Mónaco y siguió por Juventus, Hércules y los Emiratos Árabes. En adelante será embajador de la Juventus, nada que ver con el empleo de Thierry Henry, que se ha estrenado como comentarista de la cadena Sky con un sueldazo de 5 millones de euros durante los próximos seis años.

De sus vivencias debería tomar nota el joven noruego Martin Odegaard, 16 añitos, rifado por media Europa y atado por el Madrid, a razón de 2,5 millones anuales hasta 2018. Cuando el dinero entra por la puerta el té con pastas sale por la ventana.