Guibelalde ha analizado la situación de la economía de Gipuzkoa en una rueda de prensa en la que ha comparecido acompañado por el secretario general de Adegi y el director de Competitividad e Innovación, José Miguel Ayerza y Patxi Sasigain, respectivamente, para presentar los resultados de su encuesta de coyuntura.

El máximo dirigente de la patronal guipuzcoana ha afirmado que las empresas afrontan el año con «un contenido optimismo tras ver cumplidas las expectativas de mejora que tenían en septiembre».

No obstante, ha subrayado que hay que tener en cuenta que en el peridodo 2008-2014 «Gipuzkoa ha perdido más de 2.000 empresas y unos 30.000 empleos, y que la producción industrial ha caído cerca de 30 puntos».

«No podremos hablar de verdadera recuperación hasta que no alcancemos las cotas de empleo previas al inicio de la crisis en 2008», ha recalcado Guibelalde, quien ha abogado por «reforzar los puentes entre escuela y empresa» ya que, a su juicio, hay un «amplio margen de mejora» para alinear la oferta educativa con los perfiles que demandan las compañías para contratar.

Ha opinado que en la CAV «sucede algo parecido» a lo que ocurre en Europa, donde hay unos 25 millones de desempleados pero hay cuatro millones de puestos de trabajo que no se ocupan por el desequilibrio que existe entre «lo que el sistema educativo forma y lo que demanda el mercado laboral».

Ha recordado que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, según los datos de prematrícula, el 70% de las plazas de ciclos de FP relacionados con la industria, que tienen una «alta empleabilidad», se han quedado libres, mientras que en la UPV-EHU «trece títulos de ingeniería no han logrado llenar sus aulas» a pesar de su «alta inserción laboral».

Guibelalde ha apostado por mejorar la información ofrecida a los jóvenes para que «se puedan orientar mejor», aunque ha reconocido que también existe «otro obstáculo» importante, que son «las mentalidades y tópicos sociales» que hay en torno a la formación profesional, sobre todo en cuanto a las mujeres y las ramas industriales, que es necesario «desmontar».

En cuanto a los factores de preocupación, el informe destaca la debilidad del mercado español, seguido de los altos costes laborales, mientras que el clima sindical sólo es preocupante para una de cada diez compañías.

José María Ayerza ha indicado, en este sentido, que en estos momentos en Gipuzkoa «prácticamente no hay ninguna empresa que esté en conflicto salvo aquellas que puedan estar en una situación crítica en proceso de cierre o similar», lo que a su juicio «obedece también al cambio de época», en el que varían «las formas de gestionar desde la dirección, pero también el compromiso cada vez mayor de los trabajadores con el proyecto empresarial».