Iraia OIARZABAL

«Blockupy» desembarca ante el BCE para clamar por el fin de la austeridad y una mayor democracia

La inauguración de la flamante sede del Banco Central Europeo, cuyo coste ha ascendido a 1.200 millones de euros, ha embarcado a «Blockupy», alianza integrada por movimientos de muy diversos orígenes, en un viaje a Fráncfort para lanzar un grito contra la austeridad que ahoga a la ciudadanía y demandar una mayor democracia en la gestión de la crisis.

La modernidad del nuevo edificio que alberga la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort y que hoy será oficialmente inaugurado, tras haberse invertido en su construcción la friolera de 1.200 millones de euros, transmite a una gran parte de la ciudadanía sentimientos de lejanía e injusticia debido a los efectos que han generado gran parte de las decisiones que se han adoptado en el seno de la institución monetaria.

Es por ello que «Blockupy» acude a la capital financiera con pocos motivos de celebración y muchas razones para la protesta. «Las instituciones europeas tienen un rol fundamental en cómo se ha gestionado la crisis, salvando un sector financiero desregulado. Además, luego la deuda de ese rescate se ha ido pasando a los ciudadanos. El BCE ha sido fundamental en esa estrategia. Protestamos y queremos exponer ese rol del BCE», explica a GARA Sol Trumbo, integrante de «Blockupy».

La jornada de protesta de hoy, que responde a la tercera convocataria del movimiento en torno al BCE, pretende bloquear y ocupar sus inmediaciones para simbolizar la necesidad de que la institución eche el freno a las políticas que impulsa ante la crisis. Personalidades como la prestigiosa escritora y periodista Naomi Klein se han sumado a la jornada que culminará con una marcha por las calles de Fráncfort a las 17.00.

«Desde hace más de un año estábamos esperando la fecha de inauguración porque es un momento paradigmático de la consolidación de esta nueva estructura de la Unión Europea. Porque con este régimen de crisis ha abierto una serie de nuevos tratados que se han implementado a toda prisa, que fuerzan a los gobiernos a seguir una línea presupuestaria basada en la austeridad», expone. En este contexto, centrarán las protestas en «demostrar que no hay consensos en Europa en la manera en que se está gestionando la crisis».

Solidaridad

Dada la situación en los países del sur de Europa y con la mirada puesta especialmente sobre Grecia, la jornada realizará un guiño de solidaridad hacia el pueblo griego. «Se ha visto claramente el rol del BCE en cómo cerrar la financiación del Gobierno griego para presionarles en las negociaciones», remarca Trumbo.

Para que las reivindicaciones de Grecia lleguen hasta los cimientos del BCE de la mano de quienes padecen los efectos de la austeridad en su propia piel, se ha creado un fondo de solidaridad gracias al cual un continente griego participará en la manifestación. «Es una muestra de solidaridad con el sur de Europa, que era uno de los grandes motivos de los grupos alemanes a la hora de organizar este tipo de acciones. La austeridad era una cosa que se sentía sobre todo en el sur de Europa y en el norte se presenta la narrativa de que la gente del sur es más vaga, trabaja menos y un poco se lo merece...», plantea el representante de «Blockupy».

Añade que, no obstante, frente a ello se ha desarrollado un movimiento de solidaridad: «Muchas de las luchas del sur lo son también del norte, porque hay también una enorme precariedad en Alemania. Estamos trabajando en ese frente común».

Otro aspecto a destacar es que la marcha estará encabezada por mujeres de diferentes países «para dar más visibilidad, no solo al carácter internacional, también al papel de las mujeres en esta lucha y cómo ellas son las más afectadas por las medidas de austeridad», apunta.

Alianza hacia la democratización

Surgida en Alemania como germen de las diversas iniciativas sociales que brotaron en plazas de diferentes países europeos a partir de 2011, «Blockupy» es una alianza con muchas redes y sensibilidades. «Si hay algo común que se demanda es una profundización de la democracia en las instituciones. Esta es una reclamación muy clara, lo que no aceptamos es que haya unas instituciones con un poder tan importante como el BCE que no tengan ningún control democrático directo», declara.

El movimiento desarrolla su labor a través de la red y de encuentros presenciales puntuales y centra sus actuaciones en buscar puntos en común que por ahora se traducen en críticas al modelo de austeridad y la protección de derechos básicos como prioridad, «algo que no ocurre con el BCE, que defiende los intereses de los bancos básicamente», apostilla Trumbo. Su mensaje llegará hoy a las puertas de la institución monetaria.