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DONOSTIA

Las cuotas de pesca para 2016 crean malestar y dudas en los arrantzales

Las reducciones de las cuotas de pesca acordadas en Bruselas para 2016 en la merluza del sur (-21,5%), el rape ibérico (-14%) o el verdel (-15%), especies muy importantes para la flota vasca, han generado malestar en el Gobierno de Lakua y entre los propios arrantzales, que desconocen cómo podrá afrontar el sector el nuevo ejercicio con estos cupos.

Después de dos días de intensas reuniones y negociaciones en Bruselas, los ministros de Pesca de la Unión Europea cerraron en la madrugada de ayer un acuerdo para los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas en 2016, que recogen las capturas posibles en especies de gran interés e importancia para la flota vasca, como la merluza, la anchoa, el verdel, el gallo o el rape.

De esta manera, se acordó una reducción del 21,5% en la merluza del sur, frente a la bajada del 60,5% que había propuesto inicialmente la Comisión Europea, por lo que pasa de 8.848 toneladas en 2015 a 6.946 toneladas el próximo año. Asimismo, se ha rebajado un 1% el recorte del 26,4% propuesto en las capturas de gallo. De esta forma, las cuotas pasarán de 1.271 toneladas en 2015 a 1.259 toneladas en 2016, mientras que se ha reducido del 19% al 14% la bajada que la CE pedía para el rape ibérico, que pasará de 2.490 a 2.141 toneladas. Otro de los recortes se ha producido con el verdel, que se reduce un 15%, hasta las 33.748 toneladas.

Por otro lado, se mantienen en el mismo nivel de 2015 las capturas para todos los stocks de anchoa y bonito en el Cantábrico, aunque la ministra española Isabel García Tejerina explicó que la Comisión Europea revisará la situación del stock de la anchoa, junto con la de otras especies, a comienzos de 2016 para estudiar posibles mejoras.

Entre las subidas de las cuotas para el próximo año, destaca el de la merluza del norte para la flota de altura, al pasar del 6% propuesto por Bruselas a un 19%. Asimismo, aumentan un 5% las posibilidades de pesca para el gallo del Golfo de Bizkaia y de Gran Sol, y las capturas de chicharro aumentan en un 27% en los caladeros del Cantábrico.

A partir del 1 de enero la flota se verá obligada a descargar todas las capturas que resulten de pescar algunas especies demersales, como la merluza. Es por ello que la CE ha admitido ligeros aumentos de la merluza y otras especies demersales para compensar a la industria por el esfuerzo extra derivado de desembarcar estas capturas.

«Malestar» y «cautela»

Las nuevas cuotas de 2016 han causado «malestar, tristeza y dudas» entre los arrantzales, que desconocen cómo podrá afrontar el sector el nuevo ejercicio con estos cupos.

El presidente de la Cofradía de Pescadores de Bizkaia, Iñaki Zabaleta, señaló que, a pesar del recorte final del 21,5% de la merluza, la cuota de esta especie estaba ya «bastante reducida», por lo que los arrantzales «andarán muy ajustados», añadió.

Además de la reducción de la merluza, destacó la importancia que para el sector de bajura tiene la bajada en el cupo de verdel y de rape, que afectará a parte de la flota vasca radicada en Ondarroa y Pasaia, a unos cuatro arrastreros, pertenecientes a la flota de altura, y a seis o siete barcos de bajura. «Lo vamos a pasar mal», lamentó Zabaleta.

El presidente de esta cofradía vizcaina aseguró que, pese a que el establecimiento de cuotas por parte de la UE es definitivo, los pescadores intentarán que el Estado español negocie con otro país una cesión de una parte del porcentaje de su cupo.

Mientras, el Gobierno de Lakua valoró con cautela el acuerdo logrado y urgió al Ministerio español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a que proceda al reparto interno, al tiempo que pidió flexibilidad en posibles trasvases entre flotas.

También estimó conveniente proceder «a la mayor brevedad posible» al reparto de las cuotas de anchoa y bonito de cara a la organización futura de la flota vasca en estas especies tan importantes. Insistió en su presencia en los órganos decisorios de Europa para poder «defender de forma directa los intereses» de los arrantzales y apostó por analizar las cuotas en función de lo que «existe en el mar para que estas siempre estén ligadas a la sostenibilidad».