Iñaki VIGOR
IRUÑEA
Entrevue
JESÚS SANTOS
SECRETARIO GENERAL DE UGT-NAVARRA

«Es necesario un plan de choque urgente para ayudar a los sectores desprotegidos»

Jesús Santos lleva vinculado a UGT y PSN la mayor parte de su vida. Durante tres legislaturas (1991-2003) fue alcalde de Cabanillas; en las últimas elecciones municipales volvió a presentarse y logró la mayoría absoluta. Pocos días después de ser elegido secretario general de UGT-Navarra, remarca en esta entrevista que es necesario «un plan de choque urgente para ayudar a los sectores desprotegidos».

Jesús Santos nos recibe en su despacho de la sede de UGT en Iruñea, en el que destacan las fotografías de antiguos dirigentes de este centenario sindicato.

Usted ha sido elegido secretario general con el 87,6% de los votos del Congreso Regional. ¿Esperaba semejante apoyo ?

Yo me presenté con el apoyo inicial de mi federación, que es la de Servicios Públicos; poco a poco se fueron sumando otras federaciones y tuve el respaldo de todos los secretarios generales de las federaciones. Por eso, parecía razonable que tuviese un elevado apoyo. En el Congreso Regional planteé que deberíamos estar unidos ante lo que se nos presenta, porque la crisis todavía no tiene fin y, en vez de mejorar, parece que volvemos a retroceder en algunos parámetros.

En ese Congreso dijo que el sindicalismo da «pocas alegrías y muchos sinsabores». ¿Qué le impulsó a presentarse para secretario general?

El compromiso. Desde que éramos críos venimos trabajando en el movimiento político y sindical, dentro del marco de la socialdemocracia. Para bien o para mal, una parte de lo que soy, de mi historia, mi personalidad, mis vivencias, se lo debo fundamentalmente a la UGT. Me afilié en el año 1983, en cuanto empecé mi actividad laboral. He estado en el comité de mi empresa, catorce años en Madrid en la mesa general de la función pública, diez años en la Ejecutiva de UGT de Navarra... Por lo tanto, cuando hay necesidad de dar un paso adelante y la gente te anima a darlo, parece obligado no pensar en los problemas, sino en aportar lo que pueda a la organización.

¿Qué objetivos se ha marcado para los próximos cuatro años al frente de UGT-Navarra?

Hay uno fundamental, que tiene que ver con la reestructuración de la organización confederal, con la fusión de las grandes federaciones en tres federaciones nuevas. Cualquier reestructuración, en cualquier ámbito de la vida, cuando es para reducir conlleva problemas. Habrá que encajar todo de la mejor forma posible, evitando que haya colisiones. Eso llevará un tiempo porque no se cambia la historia de un sindicato en un día. El segundo gran objetivo es acentuar la acción sindical, que irá encaminada a la lucha contra el paro y a reforzar la red de protección social.

¿Cómo cree que podría solucionarse el problema del paro?

Nosotros podemos aportar nuestro grano de arena, como siempre hemos hecho, porque nuestro leitmotiv como sindicato es defender a la clase trabajadora. Aunque está creciendo el PIB y el empleo, este está siendo mucho más precario. Es un empleo más pobre, un empleo que en el futuro también va a tener repercusiones en la renta de los pensionistas.

Es obligado hacer un plan de empleo a medio y largo plazo, pero hoy la sociedad navarra necesita un plan de choque urgente para ayudar a dos sectores que se están quedando totalmente desprotegidos. Uno son los mayores de 45 años en paro, que no pueden volver a trabajar en ningún sector si no se les recicla y se les reorienta. Normalmente vienen de sectores quemados, como la construcción, y no tienen preparación para realizar una actividad industrial. Si los dejamos en el mercado libre, esos señores no trabajarán nunca; por lo tanto, hay que capacitarles para que puedan optar a otro tipo de empleo. En segundo lugar, hay que recuperar la jubilación parcial. Tenemos un problemón de carácter ascendente, que es el paro de los jóvenes. No tienen posibilidad de entrar al mercado laboral si no hay un contrato de relevo de los mayores. Hay que renovar las plantillas con gente joven.

¿Qué consecuencias ha tenido la última reforma laboral?

Esa reforma tenía objetivos que no se han cumplido. La dualidad es ahora mayor. Por ejemplo, en Navarra solo el 6% de los contratos que se hacen son indefinidos. Y la desigualdad salarial es evidente. Las clases más altas se mantienen o son más altas, y la clase media ha ido para abajo, más próxima a las clases pobres. La reforma laboral también ha dado más posibilidades para despedir y para que el despido sea más barato. Está claro que tenemos que ir a una derogación de esa reforma laboral.

En el Congreso dijo usted lo siguiente: «La apuesta por el convenio de empresa que hace la reforma laboral, con la inexplicable complicidad de ELA, significa en la práctica dejar a los trabajadores en manos de la patronal, sin convenio alguno o dependiendo de convenios estatales». ¿Considera que ELA sí apoya esa reforma laboral?

Es coincidente. Nosotros defendemos el convenio de sector. LAB defiende el convenio de sector. ELA defiende el convenio de empresa en contra del convenio de sector. Yo digo que, casualmente, es igual que lo que defiende la patronal. No hago más análisis, lo constato. UGT defiende el convenio de sector porque es un paraguas que cubre a un sector, sea empresa grande o pequeña. Si a los centros de cinco, ocho o veinte trabajadores les dejamos su negociación directamente con esas empresas, donde además no hay ni comité ni delegado de empresa, les dejamos en manos de la patronal, que siempre tiene muchos más recursos para negociar y mucha capacidad de presión sobre el propio trabajador. Defendemos el convenio de sector porque protege a los más débiles pero, si en un centro de trabajo hay capacidad para negociar un convenio que mejore el del sector, lo apoyamos.

También dijo que «una de las virtudes del cambio político que se ha producido en Navarra ha consistido en desenmascarar el falso discurso victimista de la discriminación sindical, utilizado machaconamente por ELA y LAB desde su autoexclusión del Acuerdo Intersectorial de 1995». ¿Cree que no ha existido discriminación hacia estos dos sindicatos con los gobiernos de UPN?

No, en este punto no. El Acuerdo Intersectorial del 95 fue negociado por CCOO, UGT, ELA y LAB pero, a la hora de la firma, ELA Y LAB no lo firmaron. De aquel Acuerdo se derivaban una serie de cuestiones, como el Tribunal Laboral, el Servicio Navarro de Empleo y otras. Nosotros hemos participado en todas y ellos se autoexcluyeron. En cualquier momento pueden pedir la firma del Acuerdo del que nacen estas derivadas, pero esa es su decisión, no la de los demás.

¿Qué le pediría usted al actual Gobierno navarro?

Lo que queremos es que se nos respeten nuestros derechos y que se cumpla la legislación. La única dificultad que ha habido en estos momentos es el planteamiento de modificación de sindicato mayoritario. Este es el nudo gordiano del entendimiento. Si a nosotros se nos respeta lo que dice la Constitución y el Estatuto de los Trabajadores, no tenemos ningún problema. Nosotros trabajamos con ELA y LAB en la mayoría de las empresas de Navarra y, a veces, con mejores relaciones que con los delegados de CCOO, porque cada empresa es un mundo. Yo he estado acostumbrado a trabajar con ELA toda la vida que he estado en el comité, y no han sido malas relaciones.

¿Con qué Gobierno ha tenido UGT mejores relaciones, con el de Barcina o con el de Barkos?

Con el de Barcina tuvimos cantidad de problemas y algunos logros, y de ahí vienen derivados algunos de los acuerdos que se han realizado. Y con la señora Barkos todavía no he tenido ninguna relación, pero espero reunirme con ella y decirle lo que pienso sobre determinadas cuestiones. De momento, hemos alcanzado acuerdos con sus equipos en algunas cuestiones, pero en otras no nos parece correcto su posicionamiento, como por ejemplo la modificación del Servicio Navarro de Empleo.

¿Es partidario de que los cursos de formación de trabajadores salgan a concurso público?

En primer lugar, conviene recordar que una parte de las cotizaciones que pagamos los trabajadores es para hacer formación, y en UGT entendemos que la mejor forma de hacer esa formación es que la hagamos nosotros mismos. Creemos que nos corresponde hacerlo pero, bueno, las cosas son como son y ahora los fondos de formación se sacan a concurrencia competitiva. Yo no lo voy a discutir, no voy a decir que no. Desde luego, nosotros concurriremos con nuestros instrumentos para optar a lo que podamos. No sé por qué la empresa Corte Inglés, por ejemplo, va a hacer los cursos mejor que nosotros.