Iraia OIARZABAL
BARAKALDO
Entrevue
XABIER ORTUETA
DIRECTOR GENERAL DE AFM

«Estamos en tasas de empleo algo superiores al inicio de la crisis, aunque en facturación todavía no»

A escasas horas de la que la Bienal de Máquina-Herramienta que esta semana se ha desarrollado en el BEC cierre sus puertas, el director general de la Asociación de Fabricantes de Máquinas-herramienta adelanta una primera valoración de una feria que cree exitosa y desgrana las claves de un sector que viene remontando la crisis con una clara apuesta por innovar en tecnología.

La Bienal comenzó con buenas expectativas. A punto de que cierre sus puertas, ¿qué primera valoración hace?

Es cierto que empezábamos con buenas expectativas por dos razones: una, el hecho de que la ocupación en la feria era bastante mejor que en la edición anterior, hemos ocupado prácticamente toda la superficie. Por otro lado, para nosotros el mercado interior es un mercado importante. Es el lugar donde tienes clientes próximos y puedes colocar máquinas más complejas o prototipos. Empezábamos a notar que el mercado interior va a mejor; en 2014 crecemos un 25% en consumo y en 2015 se crece un 37%. Es cierto que veníamos de una caída muy fuerte desde 2008, casi habíamos bajado un 70%. Es una recuperación sobre una base muy baja, pero una recuperación fuerte en los dos últimos años. Eso nos ponía en una posición de buen ambiente, el consumo crece, el espacio está ocupado... lo único que queda es ver qué ocurre con el panorama de visitantes, aunque la cifra va a ser muy bonita, recuperando posiciones.

La llamada industria 4.0 se presenta como una de las líneas estratégicas para el futuro del sector. ¿Cómo se está desarrollando?

Todo lo que es el concepto de industria 4.0 y digitalización de la industria nos afecta de manera central. Al final, la máquina-herramienta lo que fabrica son equipos, sistemas, máquinas, soluciones para que otras industrias, como la automoción, la aeronáutica, la naval... fabriquen sus piezas. Lo que les estamos dando es productividad. La razón de ser de los equipos es dar soluciones productivas y lo que estamos buscando ahí es más productividad, precisión, multifuncionalidad...

A partir de ahí, el tema de la digitalización nos da una serie de capacidades adicionales. Estamos viendo que dentro de los propios procesos de las máquinas hay muchas posibilidades de captar información sobre lo que está sucediendo. Esa información se procesa y es capaz de extraer información para poder mejorar el propio proceso. Nos da también posibilidades para dar servicios distintos al cliente.

El mundo 4.0 sería a la industria lo que ha sido la irrupción de los smartphone y las aplicaciones en la telefonía móvil. El mundo industrial es un mundo conectado donde hay un montón de datos que se pueden procesar para un montón de mejoras que ofrecer al cliente.

¿Se trata de hacer máquinas más inteligentes?

Las máquinas están informatizadas desde hace unos 35 años. La inteligencia en una máquina, que es el salto que en este momento estamos dando, es que, además de lo que está programado, tiene capacidad de leer lo que está pasando a su alrededor y es capaz de actuar.

¿Cómo podrán adaptarse sus clientes, tanto grandes empresas como pymes, a este nuevo modelo de maquinaria?

Partiendo del anterior ejemplo, realmente no debería suponer un esfuerzo, como no lo es que un teléfono ofrezca determinado servicio. Lo que se está creando alrededor de la máquina es toda una serie de interfaces que son amigables y que te están dando, además de la información propia de la programación en lo que está ejecutando la máquina, información de contexto. Por ejemplo, cuánto está consumiendo la máquina, cuándo va a necesitar mantenimiento, si hay algún problema, etc. Lo que se pretende es que el cliente tenga mayor capacidad de hacer cosas en entornos de trabajo mucho más amigables.

El proceso de cambio se irá dando de forma paulatina. Industria 4.0 significa poco si no hay soluciones 4.0. Esas soluciones hay que inventarlas. Hay un montón de información que hay que saber convertir en un servicio para un cliente. Todo esto no implica necesariamente tener que cambiar las máquinas. En algunos casos se tratará de añadirles más capacidades y en otras de sustituirlas.

En cuanto al empleo, ¿la apuesta por avanzar en este nuevo modelo industrial supone un cambio en el perfil de profesionales que busca el sector?

En el caso del fabricante de máquina herramienta, que es el que tiene que ofrecer las soluciones, vamos a tener que incorporar nuevos perfiles. Gente que tenga capacidad de entender la parte mecánica, la parte electrónica y la parte informática. Estamos hablando de perfiles nuevos con competencias añadidas, pero que además tienen que tener las competencias básicas del sector. Van a tener que entender las máquinas pero además van a tener que comprender otras cosas más relacionadas con el mundo TIC (tecnologías de la información y la comunicación).

En los clientes, van a tener muchos cambios en cuanto a la capacidad de hacer las cosas de otra manera. Necesitamos estar preparados.

¿Cómo ha afectado la crisis en el empleo del sector?

Hemos tenido una oscilación muy pequeña. En el peor momento de la crisis no hemos llegado a perder un 5% y ese porcentaje ya está recuperado. Estamos en tasas de empleo algo superiores al inicio de la crisis, aunque en facturación todavía no estemos a ese nivel.

Precisamente, ¿cómo ha afectado en la facturación?

En el 2008 los pedidos cayeron de manera abrupta, especialmente en el Estado. La recuperación ha costado mucho y empezó a finales de 2013. Fueron cinco años muy duros donde lo que han hecho las empresas es incrementar su propensión a internacionalizarse. Hemos llegado en algún momento a tener que exportar el 92% de nuestra facturación, creciendo mucho en internacionalización. Con ello sustituimos parte de la demanda del mercado interno.

Actualmente, ¿cómo afrontan la inestabilidad del mercado internacional?

Hay factores que influyen al alza teórica de la demanda y otros que inciden negativamente. Con ese panorama, con las situaciones de Rusia, Brasil, China... sale un cóctel que hemos sido capaces de gestionar y hemos ido creciendo moderadamente.

Se habla de la pérdida de peso de la industria en la economía vasca, ¿cuáles son las claves para mantener el arraigo?

El tema de mantener la industria es una responsabilidad compartida por toda la sociedad. Tenemos que conservar nuestra cultura industrial y trasladarlo a los jóvenes. Hay que mantener recursos de formación en carreras técnicas, somos buenos en eso. Si eso lo tenemos, lo demás empieza a ser más fácil. Si tenemos personas a las que les gusta la industria y capacidad para ser competitivos, lo demás se puede hacer. Se trata de enfocar nuestros trabajos a productos de alto valor añadido. En mi opinión, el concurso de la Administración es a posteriori. Su responsabilidad es ayudar a que la sociedad sea capaz de cuidar eso.

¿Qué tendencias auguran en el sector para el futuro a corto-medio plazo?

Para nosotros los retos están, por un lado, en las personas. Tenemos que contar con las mejores personas en el sector, y cuando digo las mejores me refiero a niveles directivos pero también a nivel técnico, de bata blanca pero también de mono azul. Es tan importante en una empresa de máquina-herramienta el director general como tener un buen equipo de montadores.

Por otro lado, tecnológicamente tenemos que seguir especializándonos, seguir yendo a productos de mayor complejidad. Ser capaces de hacer máquinas que solucionen temas cada vez más complejos.