GARA
BILBO

La ayuda a domicilio, vista como «el patito feo de los servicios sociales»

Las trabajadoras del SAD se manifestaron de nuevo en Bilbo para reivindicar el blindaje de sus condiciones, más allá del convenio. Censuran subastas a la baja y actitudes impasibles por parte de instituciones y patronal. Tras tres días de paros parciales, las protestas seguirán.

Las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de Bizkaia creen que su profesión está considerada «el patito feo de los servicios sociales». A través de carteles con este lema, profesionales del sector se concentraron frente a la Diputación para trasladar una serie de reivindicaciones en la que fue su tercera y última jornada de paro parcial… por el momento. A falta de movimientos por parte de patronal e instituciones, anuncian más acciones. Así lo anunciaron al término de la manifestación que convocaron ayer ELA, LAB, UGT y USO.

Las peticiones van más allá de la firma del convenio. «Siendo el SAD uno de los servicios prioritarios que marca la Ley de Dependencia para atender a la gente dependiente, ya que es el primer servicio que se da para que las personas no salgan de sus casas, año tras año las aportaciones económicas que aportan las instituciones van disminuyendo, y las condiciones laborales de las trabajadoras, en consecuencia, también», censuró Marili Granado, coordinadora de dependencia de UGT.

Se quejan también de que los servicios a los usuarios ocupan cada vez un «tiempo», los dependientes resultan «peor atendidos» y las trabajadoras tienen que realizar «más labores en menos tiempo» para poder ofrecer un servicio que, a juicio de los sindicatos, ofrece cada vez una «peor calidad». Por cierto, debido a la carga de un trabajo «duro y físico», muchas de las trabajadoras deben acceder a incapacidades sin poder llegar a la edad de jubilación.

Adjudicado al menor precio

Las críticas fueron para instituciones y patronal. En el caso de los consistorios, pusieron como ejemplo el caso de Santurtzi, donde «el servicio se ha dado a un precio mucho más reducido que en la anterior adjudicación. A los tres días de empezar se despidió a trabajadoras y todo el mundo se ha lavado las manos», denunciaron.

En cuanto a las empresas, «nos dicen que no pueden negociar un mejor convenio ni garantizar mejores condiciones porque dependen de las instituciones, pero tampoco están haciendo nada y siguen participando en las subastas».

Piden a ayuntamientos que al sacar el servicio a concurso en los pliegos queden blindadas las horas y condiciones dignas.