Los 27 menores no acompañados han sido transferidos a dos lanchas motoras de la Guardia Costera y de la Guardia de Finanzas italianas, bajo la supervisión del fiscal adjunto de Agrigento (Sicilia), Salvatore Vella.
El ministro de Interior, Matteo Salvini, de cuya competencia dependen los desembarcos en puertos italianos, se ha visto forzado a autorizar el desembarco de los menores tras 16 días en el barco.
«Contra mi voluntad y en otro ejemplo de mi leal colaboración, dispongo que no se pongan obstáculos a la ejecución» de esa orden, ha dicho Salvini en una carta dirigida al primer ministro, Giuseppe Conte, recogida por “La Repubblica”.
Salvini mantiene un pulso de hierro con las reiteradas peticiones de Conte y la Justicia italiana para impedir que pisen suelo italiano los rescatados.
«Con igual sinceridad», concluye Salvini en la misiva, «le comunico mi preocupación de que su decisión pueda provocar que nos hagamos cargo de unos sujetos de manera tan irreversible como onerosa, y que podría acabar siendo indebida».
Una vez concluido este desembarco, tendrá lugar una inspección de las condiciones higénico-sanitarias que ha ordenado la Fiscalía de Agrigento, que llevará a cabo la policía judicial y dos médicos del Ministerio de Salud.
«Desembarcados los 27 menores no acompañados. Sigue el abuso de los que pretenden tapar un fracaso político provocando el sufrimiento innecesario a los más vulnerables. 107 personas más 19 tripulantes siguen sufriendo a bordo», ha denunciado a través de Twitter el fundador de la ONG Oscar Camps.
Previamente, en un vídeo hecho desde una lancha frente al buque Open Arms, había advertido de que «después de 16 días a la espera de un puerto seguro donde desembarcar, de seis evacuaciones médicas y de haber informado sobre nuestra situación a las autoridades, sin que hayamos obtenido ninguna respuesta, nos encontramos en situación de necesidad y ya no podemos garantizar la seguridad de las 134 personas a bordo».
El barco de Open Arms se ha declarado hoy «en estado de necesidad». «A partir de hoy no nos podemos sentir responsables ni garantizar la seguridad de las 134 personas ni los 19 voluntarios de la tripulación, que están secuestrados en el Open Arms, porque ya es imposible mantener la calma. En cualquier momento se desata una acción colectiva y no podremos detenerla», ha alertado Camps, asegurando que «la situación está fuera de control. Escapa a nuestra capacidad».
El barco se encuentra fondeado junto a las costas de Lampedusa desde hace dos días sin que se haya autorizado el desembarco de todos los migrantes.
Desembarcados los 27 menores no acompañados.
— Oscar Camps (@campsoscar) August 17, 2019
Sigue el abuso de los que pretenden tapar un fracaso político provocando el sufrimiento innecesario a los más vulnerables.
107 personas más 19 tripulantes siguen sufriendo a bordo. pic.twitter.com/OV9eIbOyLU