Los aspirantes a liderar el Partido Laborista británico en sustitución de Jeremy Corbyn son Keir Starmer, Rebecca Long-Bailey, Lisa Nandy, Emily Thornberry y Jess Phillips.

Starmer encabeza la lista gracias a la obtención de más de 80 apoyos, incluido el del antiguo líder laborista Ed Miliband. Le siguen las diputadas Rebecca Long Bailey, Lisa Nandy, Jess Philips y Emily Thornberry, esta última después de presentar los avales apenas diez minutos antes de que expirase el plazo y gracias en gran medida al desvío de apoyos tras la retirada in extremis de Clive Lewis.

Los candidatos, no obstante, también están obligados a lograr antes del 14 de febrero el respaldo del 5% de las circunscripciones o de tres organizaciones afines, de las cuales al menos dos deben ser sindicatos. Unison, el principal grupo sindical, ya ha dado su apoyo a Starmer. Quienes lo logren se someterán eventualmente al voto postal de los militantes.

Según la normativa de los comicios, si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos en una primera votación, se eliminará al aspirante con menos sufragios y se realizará otra ronda, y así sucesivamente.

El ganador de las elecciones primarias, que se celebrarán entre el 21 de febrero y el 2 de abril, se anunciará en un congreso especial el 4 de abril.

Además del líder, se elige por el mismo proceso al número dos del partido, cargo al que aspiran Angela Rayner e Ian Murray, que ya han sumado los apoyos requeridos en primera ronda, y Richard Burgon, Rosena Allin-Khan y Dawn Butler.

En cuanto a la elección del sustituto de Corbyn, el grupo de laboristas de izquierdas Momentum ha indicado su apoyo a Rebecca Long-Bailey, del ala de Corbyn, y Angela Rayner como mano derecha; pero el aspirante con más apoyos de momento es Starmer.

El viraje del laborismo escocés, en stand by

Por otra parte, el Comité Ejecutivo del Partido Laborista Escocés celebró el sábado en Glasgow una reunión en la que se puso sobre la mesa la necesidad de celebrar un congreso extraordinario para debatir sobre la separación formal con su matriz de Londres, así como un cambio de postura acerca de un segundo referéndum de independencia donde apostarían por un modelo británico federal.

Sin embargo, parece que por el momento no habrá viraje laborista respecto al segundo referéndum. Su dirección ha descartado la propuesta de su líder, Richard Leonard, de convocar una conferencia especial para debatir la cuestión.

El comité ejecutivo escocés, sin embargo, apostó por reunirse, en privado, para definir el federalismo y el borrador de la política que debe tomar la formación al respecto. Eso ha retrasado la decisión de solicitar la inclusión del federalismo como tercera opción en un referéndum de independencia de opción múltiple, junto con la independencia total o el mantenimiento de la estructura actual del Reino Unido.

El laborismo escocés había entrado a las elecciones con un compromiso manifiesto de abolir la Cámara de los Lores y reemplazarla con un «senado de las naciones y regiones». Así, el manifiesto del partido a nivel estatal no se refería al federalismo, sino que reemplazaba a los lores con un senado de naciones y regiones.

La apuesta por el federalismo al norte de la isla no es nueva. La predecesora de Leonard, Kezia Dugdale, ya se inclinó a favor de esta opción en 2017.