La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha anunciado que «nos acercamos al inicio de una meseta previa al descenso que todos esperamos», aunque a advertido de que esta mejoría todavía no se ha dado en los hospitales, donde se ha activado la fase 3 del Plan Bizi Berri II. 

«En estos momentos hay 133 personas con covid en UCI, el 47,5% del total de camas abiertas, y pasar al escenario 3 supone posponer algunas de las actividades habituales, en principio las intervenciones quirúrgicas de las tardes y habilitar más camas UCI», ha explicado antes de apuntar que a partir del 16 de noviembre se dispondrá «al menos de unas 45 camas más en el total de la red de Osakidetza».

No en vano, pese a que Sagardui y el viceconsejero de Salud, Iñaki Berraondo, han incidido en que «probablemente» a finales de esta semana se podrá hablar de la entrada en una fase de meseta, los datos continúan siendo preocupantes, ya que la tasa de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes continúa en ascenso, pasado de 743 a 836 en solo una semana.

Ante esta situación, Sagardui ha avanzado que volverá a pedir esta tarde, en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, que se establezcan mecanismos  para que las comunidades autónomas puedan decretar confinamientos domiciliarios «si llegase a ser necesario». Se trataría de una medida que endurecería las medidas acordadas el pasado jueves en el seno del LABI.

En este sentido, la consejera ha señalado que «era preciso abordar nuevas medidas de contención con urgencia», y ha destacado que «no hubo ningún disenso respecto a la necesidad de aprobar unas medidas contundentes». «Los entornos y las costumbres que facilitan el contagio son conocidas. No se trata de estigmatizar ningún sector, ni de señalar culpables», ha añadido en alusión al cierre de la hostelería. 

Según ha explicado ante la Comisión de Salud del Parlamento de Gasteiz, las medidas del LABI «afectan a algunos sectores productivos más que a otros, pero sobre todo nos afectan a todos y todas en nuestra vida. Esta pandemia ha entrado en nuestra vida y nos ha cambiado la forma de socializar, estudiar, trabajar...».

Estos cambios se mantendrán hasta que no se dé con un remedio eficaz para hacer frente al covid-19, como puede ser la ansiada vacuna. Sobre los avances de la vacuna de Pfizer y BioNTech, Sagardui ha insistido en la necesidad de ser prudentes. «Sabemos que el desarrollo de una vacuna con las garantíass requeridas es un proceso largo, que necesita superar todas las pruebas establecidas», ha afirmado.

Y ha recordado que desde la UE está establecida la estrategia de adquisión centralizada, y la CAV «tendrá la parte proporcional que le corresponda». «Nosotros sí estamos trabajando en poder tener previstos los elementos complementarios necesarios para su administración», ha manifestado.