Aritz INTXUSTA

El frío del invierno puede traer otra ola a Euskal Herria

Dos personas caminan por la plaza del Castillo de Iruñea.
Dos personas caminan por la plaza del Castillo de Iruñea.

La segunda onda epidémica potente llegó con el otoño a Euskal Herria. La vinculación entre ese cambio de estación y el repunte del virus parece evidente. Los informes epidemiológicos del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) venían advirtiendo de forma reiterada que las medidas de prevención que se habían desplegado durante el verano podrían ser insuficientes en caso de que la climatología fuera más favorable al virus. En su último informe vuelven a emitir conclusiones similares de cara al invierno. Además, consideran que la evolución que está llevando Nafarroa se debe en parte también al buen tiempo de estas semanas.

«Las condiciones medioambientales van a continuar siendo favorables para la circulación del SARS-CoV-2, por lo que en cualquier momento podría reactivarse la transmisión si se relajan las medidas preventivas. Como todavía no ha comenzado el invierno, hay tiempo para que pueda producirse una tercera onda de Covid-19, y también ondas de otros virus respiratorios, como el VRS y la gripe», concluyen los epidemiólogos navarros.

En particular, el ISPLN muestra preocupación por un posible aumento de la transmisión debido a las fechas navideñas. «La desescalada de las medidas actualmente vigentes y situaciones que influyen en las dinámicas de interacción social, como las Navidades, son momentos críticos», advierte su último informe de vigilancia.

En particular, insisten en que no se puede confiar en una estrategia de rastreo, al menos, mientras dure el frío. «Las medidas sanitarias, como el diagnóstico y aislamiento de los casos, y el rastreo y cuarentena de los contactos, son eficaces para prevenir contagios, pero pueden ser insuficientes para revertir el crecimiento de la epidemia en situaciones epidemiológicas desfavorables».

Los epidemiólogos, ante todo, quieren evitar el extremo de llegar a un confinamiento domiciliario porque, si bien consideran que ha demostrado ser muy efectivo, el coste socioeconómico es muy alto y su efecto se diluye muy rápidamente. «Otras medidas como la reducción en el número de personas en reuniones, restricciones de aforo, restricciones horarias, confinamientos perimetrales, etc. tienen efecto modulador de la transmisión y pueden mantenerse a lo largo de más tiempo. Combinando varias medidas parece poder alcanzarse un control notable de la transmisión», defiende el informe.

Posible apertura de terrazas

El último de sus informes, además de considerar «crítico» un eventual relajamiento en Navidades, insiste en que la apertura de los bares, que el Gobierno ha apuntado como posible para la semana que viene, conllevará un aumento del riesgo. «La limitación en el número de personas en las reuniones reduce el número de contagios que pueden producirse a partir de un caso, pero no garantiza el que no ocurran si no se cumplen estas medidas y se interrumpe el uso continuo de la mascarilla, por ejemplo, al beber, comer o fumar».

La decisión de reabrir terrazas se tomará en función de la evolución de la epidemia y, sobre todo, de la presión hospitalaria. A día de hoy, la capacidad de los hospitales navarros está muy comprometida como para asumir un nuevo repunte.