Al menos 32 personas han muerto y otras 110 han resultado heridas hoy en un ataque suicida ocurrido en la céntrica plaza de Al-Tayaran de Bagdad, donde se han registrado dos explosiones, según el último recuento del Ministerio de Salud iraquí.

En un comunicado emitido por su oficina, el ministro de Salud de Irak, Hassan Mohamed al-Tamimi, ha informado de que el número de víctimas mortales asciende ya a 32 y el de heridos a 110, en lo que ha sido calificado por las autoridades como un «ataque terrorista suicida», en el que dos atacantes se han hecho explotar en un popular mercado de ropa usada en la plaza Al-Tayaran.

Una fuente del Ministerio de Interior iraquí, que ha pedido el anonimato, ha señalado a Efe que dos kamikazes se han inmolado con «un cinturón explosivo y un artefacto casero» en el mismo mercado y ha asegurado que algunos de los heridos están en estado crítico, por lo cual la cifra de muertos podría aumentar.

Mientras, el portavoz de las Fuerzas Armadas iraquíes, Yahia Rasul, ha indicado en un breve comunicado que lo ocurrido hoy es un «ataque terrorista perpetrado por dos terroristas suicidas que se hicieron explotar cuando las fuerzas de seguridad les perseguían» en la zona de Bab al Sharqi, en el centro de la capital.

Este atentado ha sido condenado por el presidente de Irak, Barham Saleh, que ha escrito en Twitter que las autoridades están «plantando cara con firmeza a estos intentos de desestabilizar el país» y ha atribuido la autoría del ataque a «grupos oscuros».

La misión de las Naciones Unidas en Irak (Unami) y países como Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Qatar o Barhein también han condenado el ataque.

Comunes hace unos años

Desde hacía tiempo el centro de Bagdad no era escenario de un atentado de estas características, que eran muy comunes en los años pasados, especialmente durante y después de la invasión estadounidense entre 2003 y 2011.

El ataque es similar a otro perpetrado en la misma plaza en 2018, que dejó 31 muertos.

Como el de hace tres años, el atentado coincidió con los preparativos de las autoridades de cara a la organización de unas elecciones legislativas que en Irak suelen estar empañadas con la violencia.

El último ataque suicida en la capital ocurrió en mayo de 2019, cuando ocho personas murieron y 15 resultaron heridas después de que un kamikaze hiciera explotar su cinturón en un mercado popular del barrio de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad y cuya población es mayoritariamente chií.