NAIZ

Aparece el cuerpo sin vida de un joven eritreo cerca del río Bidasoa, en Irun

Un joven migrante originario de Eritrea ha aparecido muerto, según los primeros indicios, ahorcado, cerca del río Bidasoa, en Irun, ha confirmado Harrera Sarea.

Una policía francesa ante la barrera de la muga en el puebte Avenida de Irun. (Jagoba MANTEROLA / FOKU)
Una policía francesa ante la barrera de la muga en el puebte Avenida de Irun. (Jagoba MANTEROLA / FOKU)

La red de acogida de personas migrantes Harrera Sarea de Irun ha confirmado la aparición del cuerpo sin vida de un joven originario de Eritrea.

Según los datos de que dispone NAIZ, el cadáver ha aparecido en el barrio Azken Portu de Irun. El joven, según los primeros indicios, habría muerto ahorcado.

La Ertzaintza se ha hecho cargo de la investigación, que debe aclarar las circunstancias en que se produjo la muerte de este joven. La hipótesis que sostiene la Ertzaintza es que se tratara de un suicidio, ya que el cuerpo no presentaba signos de violencia.

A la espera de poder tener más datos sobre la identidad o situación en que vivía la persona fallecida, Irungo Harrera Sarea se ha limitado a confirmar la aparición del cuerpo, ya que no se sabe a ciencia cierta si podría tratarse de una persona en tránsito.

De confirmarse que se trata de una persona migrante sería el primer fallecido en los accesos a la muga, donde el reforzamiento de los controles, primero justificados por «la lucha antiterrorista» y luego por la pandemia, han causado un peligroso efecto tapón en los pasos de Irun-Hendaia.

Cabe recordar que el pasado 13 de marzo ya se produjo un episodio que daba cuenta de la situación de desesperación en la que se encuentran estas personas que, después de haber completado una larga y dura travesía desde sus países de origen se encuentran con que, ya en Europa, no pueden proseguir viaje para reunirse con sus allegados en el Estado francés o en otros países europeos.

Precedente a orillas del Bidasoa

Efectivamente, el 13 de marzo, hacia las 8.30, un grupo de amigos de Hendaia pasaba por la pasarela sobre el Bidasoa cuando vieron a un joven migrante con signos de hipotermia en la orilla. Luego supieron que era un chico guineano de 22 años de edad.

«Lo encontramos helado, con las ropas mojadas, y nos contó que solo quería llegar a reunirse con su familia en París», narraba el «ex chaleco amarillo» Tom Dubois que, junto a sus amigos, proporcionó ropa y calzado secos y un poco de comida caliente al joven migrante.

En una carta abierta a los electos, publicada con posterioridad en la red Facebook, Dubois alertaba de que «esta situación va a conducir, inevitablemente, a un drama».

Tras conocer de ese suceso a orillas del Bidasoa, Irungo Harrera Sarea solicitó ya a las instituciones que tomaran cartas en el asunto «si no quieren que Euskal Herria se convierta en un cementerio».

Este organismo ciudadano advirtió de que, en el contexto de la fuerte llegada de migrantes a Irun, el mes de marzo, se produjeron no ya uno sino varios intentos de paso del Bidasoa a nado, con el «peligro de morir» que implica cruzar a nado el río.