Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

El sastre que se convirtió en delator

SALVADOR
Colombia. 2021. 87’. Dtor. y guion: César Heredia Cruz. Prod.: María Fernanda Barrientos, Juan David Correal/ Corte Films/ César Heredia. Int: Héctor García ‘Pecas’, Fabiana Medina, Edgar Durán Jr., Fabio Velasco, Sandra Cubillos.


Cartel con la pareja Fabiana Medina y Héctor García. (NAIZ)
Cartel con la pareja Fabiana Medina y Héctor García. (NAIZ)

Atención a esta ópera prima colombiana, con la que el debutante César Heredia Cruz ganó en el Festival FIMCY de Mérida y Yucatán el premio a la Mejor Dirección, además de la buena acogida dispensada en los Festivales de Cali o Cartagena de Indias.

El reconocimiento obedece al planteamiento original con que este director novel recrea uno de los momentos críticos de la historia reciente de su país, cuando la guerrilla del M-19 asaltó el Palacio de Justicia de Bogotá en el año 1985, como respuesta a la victoria fraudulenta en las urnas del candidato oficialista Pastrana.

Su estrategia de guion consiste en trazar un paralelismo entre la dimensión pública de los acontecimientos y el retrato individual del protagonista, en cuanto reflejo de una sociedad atenazada por el miedo que prefirió mirar a otro lado, una actitud que, a nivel de lenguaje fílmico, Heredia expresa situando a Salvador fuera de campo, como si se aislara de una realidad incómoda cada vez que las noticias suenan en la radio o la televisión. Hay que aclarar que la retransmisión en directo del asalto fue interrumpida con la programación de un partido de fútbol.

El actor Héctor García y su serio bigote clavan la tipología de un ser solitario y taciturno, que lleva una existencia gris y metódica como sastre de tradición artesanal, hasta que al edificio en el que trabaja llega una nueva ascensorista que llama su atención, gracias a su carácter alegre y luminoso.

No es más que un espejismo, porque Salvador es un tipo oscuro en tiempos oscuros, y se siente invadido por el demonio de los celos. Al surgir un supuesto rival amoroso, alguien que simplemente invita a bailar a Isabel, no duda en delatarlo con falsas acusaciones ante uno de sus clientes cercano a la cúpula militar. Aprovecha así la coyuntura de asesinatos y desapariciones que generó la purga llevada a cabo entonces.